MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Manos Unidos ha lanzado tres nuevos proyectos en Camboya, Paraguay y Madagascar para luchar contra la desigualdad provocada por la crisis climática. En concreto, el de Camboya está centrado en la agricultura; el de Paraguay, en gobernanza e incidencia de la sociedad civil; y el de Madagascar, en viveros.
Por un lado, la organización está capacitando a agricultores de 28 aldeas en seis comunas de la provincia de Siem Reap, en el norte de Camboya. En concreto, la formación que se les propociona se centra en técnicas de cultivo y variedades de arroz resistentes a la sequía, diversificación de cultivos de hortalizas y cría de pollos. Además, la ONG les va a mostrar cómo crear grupos de productores y cómo constituir y fortalecer cooperativas agrícolas para comercializar los excedentes de arroz y pollos en el mercado provincial.
Asimismo, Mam Sambath, director ejecutivo del socio local de Manos Unidas Desarrollo y Asociación en Acción (DAA), explica que los grupos han recibido formación sobre reducción del riesgo de catástrofes, adaptación comunitaria al cambio climático y conceptos de gestión de catástrofes.
En este sentido, Manos Unidas recalca que Camboya es uno de los países del sudeste asiático más vulnerables al cambio climático y que las largas temporadas de sequía y de lluvias torrenciales que sufre desde 2015 golpean el principal sector productivo, la agricultura. De esta manera, el rendimiento de este cultivo alcanza apenas los 160 dólares por persona y año, que en su mayor parte gastan en fertilizantes y pesticidas, en especial durante la estación seca.
PROYECTOS CONTRA LA DEFORESTACIÓN EN PARAGUAY Y MADAGASCAR
Otro de los proyectos está centrado en Paraguay, que según la organización tiene "elevadas tasas" de deforestación por la expansión de la ganadería y la agricultura empresarial, con alto uso de fertilizantes y plaguicidas potencialmente tóxicos.
Así, la iniciativa en el país estará centrada en fortalecer las capacidades de gobernanza e incidencia de la sociedad civil. Además, incluirá una acción preventiva de reducción de emisiones y otra de adaptación que promueve hábitos y sistemas productivos agroecológicos, con empleos verdes, ecoturismo y gestión del territorio. Concretamente, en ella participarán cerca de 25.000 personas de 14 organizaciones de productores, 43 comités de mujeres, 64 comunidades indígenas de seis pueblos originarios y 140 funcionarios/autoridades locales en 126 comunidades.
Por último, el tercero de los proyectos se desarrolla en Madagascar, en el que según la ONG cada año desaparecen 300.000 hectáreas de bosque.
Allí, Manos Unidas colabora con la Archidiócesis de Antsiranana en un proyecto en la región de Diana, en el norte de Madagascar, con la creación de viveros, jornadas de reforestación y eventos medioambientales. En él participan 320 personas, entre ellos estudiantes y profesores de tres escuelas y miembros de cuatro comunidades locales.