Mara Fernanda Castilla Miranda
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CIUDAD DE MÉXICO, 18 Sep. (Notimérica) -

Diferentes puntos de México recogieron este domingo masivas protestas por el hallazgo --tras más de una semana desaparecida-- del cuerpo de Mara Fernanda Castilla Miranda, una joven universitaria cuya pista se perdió después de acceder a un coche Cabify en la ciudad de Cholula, en Puebla.

#JusticiaParaMara, #NiUnaMenos y #TodasSomosMara son algunas de las consignas con las que se convocaron las marchas que luego fueron llevadas a cabo en Ciudad de México, León, Torreón, Puebla y Guadalajara, entre otros puntos del país azteca. Todas las congregadas en busca del fin de los feminicidios, una de las mayores lacras del territorio y cuyo número de víctimas continúa en aumento sin medida política ni social que lo impida.

El último caso ha sido el de Mara, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de Puebla quien fue asesinada --tras sufrir abusos sexuales-- presuntamente por el conductor del taxi Cabify que la joven cogió para regresar a su casa después de pasar la noche con sus amigos en un bar. Las autoridades federales confirmaron su muerte el pasado día 15 de septiembre, después de que la sociedad mexicana se volcara en su desaparición, y de confirmarse el presunto asesino de Mara debería cumplir hasta 85 años de cárcel.

Al darse a conocer su muerte (por estrangulación y fuertes golpes), las redes sociales del país se llenaron de mensajes de conmoción pero, sobre todo, de protesta por la inseguridad y violencia a la que se ven sometidas las mujeres --por el hecho de serlo-- así como por la falta de justicia frente a este tipo de casos.

"En México las mujeres están constantemente en riesgo. No puede apelarse al comportamiento de las mujeres, dejando la responsabilidad en las víctimas. No", indicaba al portal digital 'Animal Político' recoge las declaraciones de la directora Ejecutiva de Amnistía Internacional en México, Tania Reneaum.

Y es que, tras la muerte de Mara, las redes sociales también se han llenado de textos incriminatorios contra ella y su comportamiento, culpando a la propia joven de lo sucedido, especialmente tras la recuperación de un Tweed en el que ella misma denunciaba el comportamiento machista que señala a la mujer como culpable de la violencia que hacia ella se ejerce.

Tweed Mara

MACHISTAS

MACHISTASLa justificación que señala a las mujeres y jóvenes mexicanas, y del resto del mundo, de 'incitar' a través de su vestimenta, forma de actuar --caminar en solitario y de noche, ingenir alcohol, etc.-- es una de las que más se ha podido leer a raíz del caso de Mara, así como del de muchas otras jóvenes mexicanas --y también latinoamericanas--, asesinadas o víctimas de violencia.

Como recoge el citado medio, "cifras del INEGI señalan que el 66.1 por ciento de las mujeres mexicanas han padecido por lo menos un hecho de violencia en sus vidas. Las cifras se nutren todos los días por hechos tan lamentables como los de Mara. No es culpa de las víctimas, es culpa del Estado que ha normalizado la violencia", agregaba Reneaum.

De ello que la lacra trate de impulsarse, tristemente de nuevo con el caso de Mara, a un tema político y de Estado. "Estamos frente a un contexto que desprecia la vida de las mujeres, y a un Estado machista que tiene una histórica deuda pendiente, que debe revisar sus responsabilidades y su debe de diligencia respecto a la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres", indicaba la directora Ejecutiva de Amnistía Internacional en México.

"No perdemos la vida, nos la arrebatan por ser mujeres", "Ser mujer no debería ser un factor de riesgo", "Lo personal es político", decían los carteles de protesta por el feminicidio número 83 en el 2017, cifra que supera los cometidos en 2016, y las 249 mujeres registradas como desaparecidas en lo que va de año.




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