Publicado 02/02/2019 00:19

La máscara de Calakmul: vida, muerte y resurrección en la cultura maya

La máscara de Calakmul
GOBIERNO DE MÉXICO

   CIUDAD DE MÉXICO, 2 Feb. (Notimérica) -

   Tiene más de 1.200 años de antigüedad y es una de las piezas arqueológicas más importantes en la historia de la cultura maya expuesta en el Museo Nacional de Antropología. La máscara de Calakmul, hallada a principios de los 80, representa las costumbres de una de las más grandes culturas prehispánicas de la civilización mesoamericana.

   Su nombre remite al yacimiento arqueológico maya, situado al sureste del estado mexicano de Campeche, en la región del Petén, donde se encontró esta máscara de jade, piedra sagrada del dios del maíz, concha y obsidiana gris, que representan la vida, la muerte y la resurrección.

   Eran los gobernantes de la región precolombina los que dotaban al jade de atributos divinos, usándolo como ajuar funerario en todos los entierros. Asociaban su color al agua y a la naturaleza, relacionándolo también con el cielo y el mar primordial de la creación. Por ello, se trata de una efigie de aliento vital, fertilidad y renacimiento.

JADE, LA PIEDRA SAGRADA

   Para obtenerlo, los mayas se desplazaban hasta los nubosos yacimientos en las riberas del río Motagua, en Guatemala. Su origen se remonta al 660 d.c. y aunque nada se sabe de su portador, la historia de la máscara es capaz de escenificar el pensamiento y la cosmovisión de una cultura cuyos valores y creencias todavía no han sido desvelados por completo.

   Sus orejeras, con forma de flor de cuatro pétalos, representan la fecundidad y la "esencia sagrada" que daba vida al mundo entero. A través de ellas se pueden ver los tres niveles del universo que planteó esta civilización: el celeste, el terrenal y el inframundo.

   CABEZA DE SERPIENTE

   Las colas de serpiente que emanan bajo ellas señalan la condición divina de la persona portadora de la máscara. Un reptil estrechamente ligado con el linaje sagrado ya que Calakmul era conocida como la ciudad de la Cabeza de Serpiente y sus dirigentes eran los "Divinos Señores de la Serpiente".

   Además, su nariz y boca están compuestos por elementos de concha, lo que representa el "aliento esencial del espíritu"; es decir, la última exhalación del mandatario. Sus labios abiertos indican el camino del alma en su transición del mundo material al sobrenatural, constituyéndose una alegoría a la metáfora de la Cueva Sagrada, el umbral para el paso del espíritu.

   SÍMBOLOS SAGRADOS

   Bajo la barbilla, una mariposa con las alas extendidas simboliza el mensaje del sol, representando el alma del difunto. Tras su muerte, los mayas creían que el soberano se convertiría en una semilla de maíz, lo que aseguraría el alimento de su pueblo en un ciclo de existencia infinita.

   Por último, el tocado de la máscara del que brotan dos pequeñas hojas de maíz incita a la Montaña Sagrada, pues para los mayas, el hombre fue modelado de los tres granos primordiales de maíz, alimento que hasta hoy supone el sustento principal del pueblo mexicano y que se encuentra muy presente en su gastronomía.

   Tras recorrer todos los museos arqueológicos de México y gran parte del mundo, ahora ha aterrizado en la Casa de México en España, Madrid, para exhibir y transmitir la importancia de la cultura maya a lo largo de las civilizaciones. Un objeto sin precedentes que va más allá de los libros de historia.