Actualizado 09/04/2018 13:59

'El Mesa', la organización que aterroriza a Colombia, se expande

El Mesa
NOTIMÉRICA

   BOGOTÁ, 8 Abr. (Notimérica) 

   Son numerosas las organizaciones criminales que azotan el Valle de Aburrá --subregión ubicada en Antioquía, Colombia--, sin embargo, una ha crecido de forma desmedida y silenciosa en la región, como si de un tumor se tratase. Hablamos de la empresa del crimen que nadie toca: la banda de 'el Mesa'.

   Esta facción nació hace tres décadas en el municipio colombiano de Bello y convirtió a los barrios Mesa, Andalucía y Padro en su base de operaciones criminales. Hoy en día esta banda se ha extendido hasta la capital del país iberoamericano, Bogotá, y otros municipios como La Ceja, Tunja, Soacha y Medellín.

   La última vez que el nombre de 'el Mesa' retumbó en el país fue el pasado 5 de marzo, cuando un grupo de sicarios en moto asesinó a dos personas en plena calle ante la atenta y, a la vez, aterrorizada mirada de los traseúntes.

   Este tipo de ataques son previamente organizados y analizados. La banda se dedica al narcotráfico, sicariato, extorsiones y desplazamientos forzados, entre otras conductas ilegales, recoge 'El Colombiano'.

   "Es un grupo que tiene mucho poder delictivo, por su extensión y cantidad de integrantes. Actúa como una empresa, con un gerente y cabecillas que manejan cada una de sus zonas", comentó la jefa de la Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada, Claudia Carrasquilla.

   Según investigaciones de la Policía, se señala a 'el Montañero', un hombre nacido en San Jerónimo de 46 años, como el cabecilla de la organización. Durante su trayectoria delictiva ha cambiado varias veces de identidad, gracias, al parecer, a contactos corruptos en las registradurías y notarías, por lo que desde 2001 figura con tres nombres diferentes: Luis Rodrigo Rodríguez Rodríguez, Juan Camilo Hernández Berrío y Gustavo Adolfo Pérez Peña.

   En 1998 fue procesado por tentativa de homicidio, tentativa de hurto agravado y calificado y cohecho, pero se fugó de la cárcel de San Quintín dos años después.

   En 2001 fue detenido de nuevo en el barrio Prado de Bello, pero al poco tiempo volvió a la libertad y comenzó incursiones en Bogotá con atracos a coches de valor y microtráfico de drogas.

EL GRAN GOLPE

   Sin embargo, el golpe más recordado de la banda 'el Mesa', ocurrió en noviembre de 2003 en la capital colombiana, cuando en el barrio de Las Flores asaltó un camión de valores de la empresa Wackenhut de Colombia S.A.

   Los delincuentes estaban armados con fusiles y buscaban un botín de 1.000 millones de dólares, pero en medio del robo se desencadenó un tiroteo con policías de la Sijín, en el que murieron un asaltante y el intendente Jesús Merchán Rodríguez.

EXPANSIÓN

   Los propios investigadores cuentan que las autoridades nunca han realizado un operativo estructural contra 'el Mesa' y que lo han considerado "un simple combo" por mucho tiempo, lo que permitió que su banda se expandiera de manera silenciosa y rápida en multitud de ciudades colombianas, creando el terror entre la población.

   Dependiendo del barrio hay un líder que maneja y coordina el negocio, aunque todos ellos están bajo el mandato del gran jefe. Según los cálculos de los investigadores, para sostener esos tentáculos, la estructura contaría con 300 integrantes aproximadamente.

   'El Mesa' es una organización que, por sus recursos, se considera autónoma e independiente. Mantiene negocios de igual a igual con otras mafias tradicionales del área metropolitana, entre ellas "los Triana", "los Chatas", "Pachelly" y "la Oficina".

CHARCOS DE SANGRE

   La banda ha estado involucrada en múltiples asesinatos desde finales de 2015 en el Valle de Aburrá y ha logrado siempre fugarse de la justicia.

   En 2016, fuentes judiciales añaden que las muertes podrían ser más de 20. Algunos nombres de personas que fueron asesinadas bajo la autoría de la organización criminal son: el abogado Jairo Alfredo Bustamante Valencia, el supuesto coordinador de otro grupo llamado 'Los Chatas', Sebastián Marín Morales y múltiples miembros de grupos rivales a 'el Mesa'.

   Si las autoridades no le ponen freno a esta empresa criminal, los cementerios del Valle de Aburrá y Bogotá seguirán aumentando en lápidas y los tentáculos de 'el Mesa' expandirán más odio y horror en Colombia.