CIUDAD DE MÉXICO, 23 Jun. (Notimérica) -
La Cancillería mexicana anunció este viernes que se seguirá el modelo europeo, convirtiendo las "estaciones migratorias" en "campos de refugiados" para los migrantes que esperan refugio o asilo en México ante la falta de recursos.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, el Gobierno buscará construir cuatro "campos de refugiados" en su territorio: dos en el sur, en Tapachula (Chiapas) y otros dos más en la frontera norte, en Tijuana (Baja California Norte) y Ciudad Juárez (Chihuahua)
Durante los cinco primeros meses del año, la Comisión Mexicana de Atención al Refugiado (Comar) recibió más de 24.000 solicitudes de asilo, que se suman a las más de 30.000 pendientes de resolución que arrastra de años anteriores.
Desde el año 2015, con la aplicación del Programa Frontera Sur, las solicitudes de asilo se dispararon en México como consecuencia de la persecución institucional que se desató a partir de este plan, promovido por el Gobierno de EEUU y elaborado en México por la Marina (Armada).
A pesar de que ni los solicitantes de refugio, ni los migrantes en tránsito hayan cometido algún tipo de delito al ingresar al país sin documentos --no existe una pena o proceso judicial derivado de esta conducta-- tanto unos como otros son recluidos en "estaciones migratorias", sintiéndose presos de una forma u otra.
"La cantidad de personas retornadas de enero a la fecha aumentó a 14.000", indicó el secretario de Relaciones Exteriores, al presentar un balance de un acuerdo migratorio firmado el 7 de junio con EEUU para controlar el éxodo de decenas de miles de indocumentados.
Este acuerdo establece reforzar la cooperación bilateral para "proteger la frontera común". Con ese fin, establece que México "autorizará bajo razones humanitarias el ingreso de solicitantes de asilo devueltos por EEUU", para que esperen en México su presentación ante un juez de inmigración para continuar con el proceso.
El subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Maximiliano Reyes Zúñiga, anunció esta semana durante su visita al estado sureño de Chiapas que el Gobierno mexicano inició las gestiones por una línea de crédito de 20 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este sábado una moratoria de dos semanas en el plan de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, que llegan principalmente de México y Centroamérica, anunciado recientemente con la intención de dar margen a un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso.
Se estima que en Estados Unidos hay un total de 12 millones de inmigrantes indocumentados, que llegan principalmente de México y Centroamérica.