SIERRA DE COALCOMÁN (MÉXICO), 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Efectivos del Ejército mexicano se enfrentaron a presuntos narcotraficantes en un paraje del municipio de Coalcomán, situado en el límite entre los estados de Michoacán y Jalisco, que ha dejado un saldo de un sicario muerto y otro detenido, así como incautación de armas y munición.
Poco antes del mediodía de ayer, en el segundo día de actividades de la Operación Conjunta Michoacán, el teniente Gilberto García Pérez ordenó a sus hombres rodear una planicie de aproximadamente cinco hectáreas en la que había plantaciones de marihuana. A su cargo iban 27 soldados, informa el diario local 'El Universal'.
Según los informes oficiales, fueron atacados por narcotraficantes después de que el teniente les diera el alto. Como respuesta al fuego abierto, los soldados se desplegaron por el perímetro, tomaron posiciones y comenzó un intercambio de disparos que hizo retroceder a los agresores.
Un hombre fue abatido, otro soltó el arma y se rindió, y uno más, con un fusil AK-47 que no dejaba de disparar, logró huir por el bosque. El informe de lo ocurrido indica que tras el enfrentamiento fueron incautados dos rifles AR-15, una escopeta calibre 12, 119 cartuchos de calibre 223 y otros 18 de calibre 12.
Después, las acciones federales se concentraron ayer en los municipios de Aguililla y Apatzingán, ciudades que fueron patrulladas por tierra y aire. Dos helicópteros sobrevolaron Aguililla y, en forma paralela, convoyes militares patrullaron caminos secundarios. En Apatzingán, tres helicópteros vigilaron la ciudad, mientras agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) realizaron recorridos por la calles.
Por otro lado, en el estado de México el presidente, Felipe Calderón, encabezó la ceremonia en la que 10.000 efectivos del Ejército y la Marina fueron transferidos a la PFP para reforzar la lucha contra la delincuencia.
De este modo, la policía federal cuenta ya con 27.154 agentes preventivos, de los cuales 15.332 tienen formación militar. Durante la ceremonia de presentación, Calderón afirmó que los enemigos de México "se refugian en la debilidad institucional del Estado", pero que "se les combatirá con mano firme".