MIAMI, 14 Feb. (Notimérica) -
"¡Viva Cuba libre!". Ese ha sido el grito que más se ha podido escuchar en las reuniones políticas callejeras realizadas en Miami, territorio estadounidense con más ciudadanos de habla hispana, durante los últimos sesenta años. La 'Pequeña Habana', como se conoce a uno de los barrios más importantes de Miami, acoge a una gran cantidad de familias cubanas que se trasladaron al lugar después de salir de la isla con el triunfo de la Revolución cubana en 1959, así como después de sucesos como la tragedia del remolcador Trece de Marzo, en 1994.
De esta manera, la política anticastrista --y por ende la anticomunista-- ha dominado la ideología extranjera en el estado de Florida, donde miles de personas originarias o descendientes de Cuba han tratado de mantener el mismo estilo de vida y su cultura patria, pero en un territorio que consideran 'libre'. Si bien en los últimos años esto no ha cambiado, paulatinamente los debates políticos entre ciudadanos hispanos ya no se centran tanto en Cuba, sino en Venezuela.
El cambio se ha dado conforme la situación política y económica en el país sudamericano ha empeorado. Tal y como cuenta 'The New York Times', los venezolanos residentes en Miami han celebrado marchas coincidiendo con las convocadas en su país natal, al tiempo que han votado de forma unánime a través de la Comisión del condado de Miami-Dade, un órgano local que no tiene ningún control sobre la política exterior, reconocer al líder de la oposición, Juan Guaidó, como el presidente "encargado" de Venezuela.
El sur de Florida es el lugar con mayor concentración de venezolanos de Estados Unidos, rondando decenas de miles en dicho estado. Tal y como indica el citado medio, la situación venezolana ha sido un pretexto utilizado por el presidente estadounidense, Donald Trump, para la transformación de votantes en el lugar. La presión ejercida por Trump al Gobierno de Nicolás Maduro podría conllevar que muchos de venezolanos-estadounidenses demócratas se transformen en leales republicanos.
Es justamente lo que ocurrió con la invasión de la bahía de Cochinos en 1961. La falta de resultados positivos para los anticastristas, así como la falta de apoyo por parte del Gobierno de John F. Kennedy a los exiliados cubanos, hizo que estos dieran la espalda a los demócratas. "Es un territorio muy peligroso para los demócratas", indica a 'The New York Times' la senadora demócrata de Miami, Annette Taddeo. Por su parte, el estratega demócrata Christian Ulvert, asegura que la política exterior siempre ha estado muy ligada con el panorama político de Florida y el resultado de las elecciones".
Paradójicamente, un Gobierno que defiende abiertamente la salida y deportación de población inmigrante, siendo la latina una de las más numerosas en todo el país, podría atraer miles de votos por parte de cubano-estadounidenses o venezolano-estadounidenses. La salida de miles de venezolanos hacia otros países de Sudamérica --principalmente Ecuador, Colombia, Brasil o Perú--, así como hacia lugares como Miami, en Estados Unidos, choca con la llegada masiva de migrantes centroamericanos a la frontera sur del país. Sin embargo, parece que la visión de unos y otros, así como las acciones realizadas en consecuencia por el Gobierno de Donald Trump, no son las mismas. La razón, según analistas, podría ser electoral y no humanitario.