Honduran migrant Angel Galeas, 22, part of a caravan of thousands traveling from
REUTERS / GO NAKAMURA

   Algunos no descartan buscar trabajo en México o en otro país

   TIJUANA (MÉXICO), 16 Nov. (Reuters/EP) -

   Cansados de recorrer miles de kilómetros hasta la frontera sur de Estados Unidos para pedir asilo, los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que se encuentran en México aseguran que cualquier opción sería mejor antes que volver a Honduras.

   Con los pies hinchados, cargando sus pocas pertenencias y buscando qué comer, miembros del movimiento que han llegado a la fronteriza ciudad de Tijuana dicen que aún cuando su meta inicial era entrar a Estados Unidos podrían considerar quedarse en México, o bien buscar empleo en otro país.

   "Cruzar el muro (entre México y Estados Unidos) no es la única opción, el que viene con intenciones de trabajar lo hace en cualquier lado. Puede ser México, puede ser otro país pero volver a Honduras nunca", afirma Erick Cortés, un albañil de 28 años que huyó de la amenaza de las pandillas en su país.

   "Yo quiero trabajar para que mi familia pueda salir del infierno donde se encuentra", añade desde el albergue que el Gobierno mexicano ha habilitado para atender a los migrantes.

   En la ciudad hay cerca de 15 albergues pagados por organizaciones civiles, la mayoría de ellos saturados por la constante llegada de migrantes de diversas nacionalidades y de mexicanos que huyen de la violencia en su país, y deben esperar durante semanas para solicitar asilo en Estados Unidos.

   Cada año, miles de personas abandonan Honduras, El Salvador y Guatemala escapando de la pobreza y la amenaza de las violentas pandillas en casa.

   Los migrantes han señalado a 'Reuters' que desconocían el largo trámite de asilo en Estados Unidos y si tendrán probabilidades de obtenerlo después de que la semana pasada el presidente, Donald Trump, suspendió la concesión de este beneficio a personas que entren ilegalmente desde la frontera con México.

   "De esto yo no sabía nada", reconoce Ángeles Chávez, una mujer guatemalteca al tiempo que masajea sus pies hinchados de caminar en un albergue en Tijuana.

   Los organizadores de la caravana han dicho que los siguientes pasos se darán a conocer una vez que llegue el resto de los migrantes a la frontera. Hasta ahora, las autoridades de Tijuana estiman unos 2.000 migrantes en la ciudad y otros 4.500 podrían llegar en los próximos días.

   "Hasta ahora no he pensado qué voy a hacer si no me dejan entrar (a Estados Unidos). Yo voy con la fe en Dios de que todo va a salir bien", comenta Alejandro Martínez, de 24 años, quien se recupera del intenso cansancio, recostado sobre el suelo.

TENSIÓN CRECIENTE EN TIJUANA

   Con la creciente llegada de migrantes las tensiones sociales han aumentado en algunas zonas de la ciudad fronteriza mexicana. Mientras algunos residentes se han volcado a ayudarlos, otros exigen al Gobierno frenarlos argumentando problemas de inseguridad.

   El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastelum, dijo el jueves que consultaría a los residentes sobre si continúa la ayuda a migrantes y precisó que en caso de resultar desfavorable, incluso podría instalar retenes para evitar su entrada a la ciudad.

   Los integrantes de la caravana que regularicen su situación migratoria podrán ocupar alguno de los entre 7.000 y 10.000 empleos que las industrias maquiladora y manufacturera de México necesita cubrir en la frontera y en el occidente del país, según anunció el jueves el organismo empresarial CCE.

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