SAO PAULO/RIO DE JANEIRO, 26 May. (Reuters/EP) -
Los brasileños han salido este domingo a las calles de Río de Janeiro, Sao Paulo, Belo Horizonte y Brasilia para declarar su apoyo al presidente y líder de extrema derecha, Jair Bolsonaro, y protestar contra los obstáculos legislativos colocados al mandatario, según entienden.
Todavía no había estimaciones oficiales de asistencia, pero según testigos de Reuters parece ser menor que las protestas del 15 de mayo contra Bolsonaro y los planes de su gobierno para congelar el gasto en educación.
Ese día salieron decenas de miles de personas a las calles en más de 200 ciudades, las mayores protestas que vivió Brasil desde que Bolsonaro asumiera el cargo y ahora en medio de una crisis de aprobación popular, que está descendiendo a una velocidad sorprendente.
Los partidarios de Bolsonaro que han salido este domingo a las calles argumentan que sistema político brasileño no ha permitido al presidente que impulse su agenda legislativa y avance en áreas críticas como seguridad, educación y la economía.
Bolsonaro, que inicialmente consideró participar en las manifestaciones antes de abstenerse, prometió a los votantes que iba a asegurar una recuperación económica, en parte, mediante la reforma del sistema de pensiones.
Asimismo, también prometió mejorar la precaria situación de seguridad de Brasil y terminaría con la corrupción que ha atrapado a las élites políticas y empresariales del país en las investigaciones anticorrupción sin precedentes durante los últimos cinco años.