Actualizado 29/01/2013 05:37

Miles de personas marchan por Santa María en memoria de las víctimas

BRASILIA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Miles de personas han marchado a última hora del lunes por la ciudad de Santa María, ubicada en Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, en memoria de las víctimas del incendio que se desató el pasado domingo en la discoteca Kiss.

   La convocatoria, realizada de forma espontánea a través de las redes sociales, ha conseguido reunir a miles de personas, entre familiares y amigos de las víctimas, autoridades locales y ciudadanos anónimos.

   Los asistentes iban vestidos de blanco y con flores y globos del mismo color en sus manos, ya que se había pedido expresamente que no llevaran velas, como suele ser habitual en los actos conmemorativos.

   La marcha ha comenzado alrededor de las 22.30 horas (1.30 horas en España) y ha recorrido el centro de Santa María, pasando por delante del Centro Deportivo Municipal (CDM), donde se ha improvisado una morgue, hasta desembocar en la plaza Saldanha Marinho.

   Una vez en la plaza, ha comenzado una concentración, liderada por los familiares y los amigos de las víctimas, en la que los participantes han entonado el himno de Río Grande do Sul y el himno brasileño, según ha informado el diario 'Folha'.

   La caminata ha estado vigilada en todo momento por agentes de la Brigada Militar para evitar desórdenes públicos. Además, numerosos voluntarios se han encargado de repartir agua entre los asistentes.

LA TRAGEDIA

   El incendio comenzó a las 2.30 horas del domingo a causa de un espectáculo pirotécnico que hizo arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca, donde se estaba celebrando una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María (UFSM).

   En el momento de la tragedia, entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo, pero muchos de ellos no lograron salir por la única salida de emergencia, por lo que la avalancha humana provocada por el pánico fue fatal.

   Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes de la discoteca para sacar a los asistentes. Sin embargo, hasta bien entrada la mañana no se supo el número definitivo de víctimas debido a lo complejo de la operación de rescate.

   Como consecuencia de ello, 231 personas han muerto, en su mayoría estudiantes universitarios, y 121 han resultado heridas, de las cuales el 80 por ciento padece intoxicación por humo y el 20 por ciento restante presenta quemaderas graves.

   En este contexto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebra en Santiago de Chile, para consolar a las víctimas.

   Se trata del segundo peor incendio de la historia del país sudamericano. La mayor tragedia se vivió en 1961, cuando 503 personas murieron en Río de Janeiro a causa del fuego que se declaró en el Gran Circo Brasileño.