Publicado 14/06/2019 20:30

Miles de venezolanos corren para poder cruzar a Perú sin visa antes de la medianoche

Las restricciones migratorias en Iberoamérica empeoran para los venezolanos, ¿a qué países pueden acceder?
REUTERS / STRINGER . - Archivo

   TUMBES (PERÚ), 14 jun (Reuters/Notimérica) -

   Miles de venezolanos se apresuran este viernes por llegar a la frontera norte de Perú con la esperanza de ingresar al país andino antes de la medianoche, cuando se exigirá nuevos requisitos para los migrantes de la nación petrolera.

   Los niños han dominado las multitudes de migrantes que llegaron a la ciudad fronteriza peruana de Tumbes a lo largo del viernes, alcanzando la fecha límite del 15 de junio para que Perú comience a pedirá pasaporte y visa a los migrantes venezolanos, como parte de una nueva medida que busca velar por la seguridad interna.

   Solo el jueves, 5.849 venezolanos cruzaron la frontera, un aumento de alrededor de 1.500-2.000 venezolanos por día en los meses anteriores, según la oficina de inmigración de Perú.

   "¡Fue fatal!", ha indicado una migrante venezolana que pidió ser identificada solo como Rosmaura sobre su viaje de una semana desde Marcaibo (Venezuela) a Tumbes con sus dos hijos.

   Rosmaura, de 25 años, teme que después del sábado no pueda hacer ingresar a su hija de 5 años porque le falta un pasaporte, que según ella cuesta entre 200 y 500 dólares para adquirirlo en Venezuela, una tarifa imposible para la migrante. La mujer ha afirmado que espera llegar a Chile. "La mayoría de mi familia está allí", ha dicho desde el punto de control fronterizo en Tumbes, donde los niños dormían en las aceras.

   La agobiante crisis humanitaria y económica en Venezuela bajo el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro ha desencadenado la peor crisis migratoria en la historia reciente de América Latina, obligando a países como Perú, un país en desarrollo de unos 32 millones de personas, a lidiar con un aumento de la migración sin precedentes.

   Hace dos años, Perú había introducido nuevas leyes migratorias para acoger a los migrantes venezolanos. Se repartieron cientos de miles de tarjetas de residencia a los venezolanos para que pudieran trabajar, ir a la escuela y acceder a la atención de salud pública.

   Pero el masivo ingreso cambió la percepción del Gobierno, en medio de crecientes temores de que los migrantes venezolanos están presionando los salarios hacia la baja y aumentado el crimen.

   El Gobierno de Martín Vizcarra advirtió la semana pasada que seguirá expulsando a los venezolanos con antecedentes criminales e indicó que comenzaría a exigir a los migrantes que obtengan una visa de sus consulados en Venezuela antes de ir a la frontera, una política similar a la de vecino Chile.

   Mientras los migrantes tomaban autobuses y caminaban hacia la frontera el jueves, Vizcarra defendió su nueva postura de inmigración de un evento en la ciudad norteña de Piura. "Nuestro país ha abierto sus brazos a más de 800.000 venezolanos. Creo que es completamente lógico y justificado pedirles que traigan visas para asegurar un mejor control de quién ingresa", dijo Vizcarra a los periodistas.

   Unos 4 millones de venezolanos han abandonado su país de origen desde 2015, un 12 por ciento de su población, buscando escapar de una crisis que ha privado a muchos de los alimentos y medicamentos básicos, según un cálculo de la ONU.