MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha avanzado que el borrador de la "pionera" 'Ley Jane Goodall' --en homenaje a la reconocida científica británica--, un texto en el que su departamento trabaja para proteger a los grandes simios y que abordará, entre otras cuestiones, la prohibición del uso de los grandes simios con fines comerciales y espectáculos que menoscaben su dignidad.
"Es una política ambiciosa y determinante en materia de protección animal. Se trata de la primera normativa de estas características a nivel mundial", ha señalado Bustinduy este miércoles en un acto conmemorativo a la primatóloga celebrado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En este sentido, el texto contempla aspectos como erradicar el tráfico ilegal de estas especies, establecer la prohibición expresa de tenencia, experimentación o investigación cuando ello pueda producirles daño o sufrimiento, así como establecer unas condiciones rigurosas para su custodia, en todo caso, con propósito de conservación.
Como ha destacado el ministro en su intervención, la futura ley quiere "cristalizar" el legado de Goodall. A juicio de Bustinduy, la mejor forma de "honrar" este legado será aplicando "en todas las normas, en especial en esta, su visión del mundo, una visión empática y fraterna, que nos vincula ineludiblemente a las demás especies y al conjunto de los ecosistemas".
El texto de Derechos Sociales lleva el nombre de la reconocida científica británica como homenaje a su incansable labor en defensa de estas especies y contempla aspectos como la protección de la dignidad, el derecho a la vida y a la libertad y la no tortura de grandes simios como el orangután, el chimpancé, el bonobo o el gorila.
Tal y como ha recordado Derechos Sociales, se trata de una normativa que las principales asociaciones del sector venían reclamando y que es una obligación legal mandatada por la Ley de Bienestar Animal.
A juicio de Bustinduy, la mejor forma de "honrar" el legado de Goodall será aplicando "en todas las normas, en especial en esta, su visión del mundo, una visión empática y fraterna, que nos vincula ineludiblemente a las demás especies y al conjunto de los ecosistemas".
Goodall se convirtió en una de las figuras del conservacionismo más importantes del mundo, por lo que llegó a ser Mensajera de Paz de la ONU, recibir el Príncipe de Asturias y el doctorado 'honoris causa' de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), entre otros reconocimientos.
"SIN EDUCACIÓN, NADA TIENE SENTIDO"
El acto también ha contado con la directora del Instituto Jane Goodall en República del Congo, Rebeca Atencia, que ha enfatizado en que, "sin educación, nada tiene sentido". En este punto, ha recordado que hace años, en este país africano, era "normal" vender chimpancés en las calles, pero ahora "no es así, a nadie se le ocurre", un cambio que ha achacado al trabajo de concienciación llevado por Goodall.
Atencia --que también es directora del Centro de Rehabilitación de Chimpancés de Tchimpoungaha, el centro de rehabilitación de chimpancés más grande de África-- ha insistido que esta labor sería "imposible sin la ayuda de todos" y ha relatado el caso de 'Fifi', una chimpancé encerrada en Guinea Bissau que pudo ser recuperar gracias a la denuncia ciudadana a la fundación. Por ello, ha mencionado otro principio de la filosofía de Goodall: "Todos podemos hacer algo".
En la misma línea, la decana de la Facultad de Veterinaria, Consuelo Serres Dalmau, ha recordado su visita a Tchimpoungaha, donde entendió que la ciencia puede "transformar perspectivas, pero todo empieza desde la empatía, de reconocer que otro ser vivo comparte miedos y alegrías", y ha reclamado tener un rigor científico integral "que comprenda el cuidado y la salud de animales, humanos y del medioambiente".
Por ello, para Serres, "el legado de Goodall se mide en vidas recuperadas y mentes concienzadas", un camino que comenzó con la visita de la etóloga en 1960 a Tanzania y, casi 50 años después, ha inspirado a millones de personas.
SU ANIMAL FAVORITO NO ERAN LOS CHIMPANCÉS
El evento ha contado también con testimos de personas cercanas a Goodall, como el director de su Fundación en España, Federico Bogdanowicz, quien ha destacado su compromiso: "su vida tenía sentido si comunicaba a los jóvenes". En este punto, ha rememorado que "la mañana en la que ya no despertó, a sus 91 años, tenía una conferencia universitaria".
Asimismo, ha indicado que le gustaba escuchar a los demás alrededor de una fogata y recuperar sus historias en sus conferencias. En este contexto, Bogdanowicz ha revelado que ella le confesó que su animal favorito no eran los chimpancés porque "se parecen mucho a los humanos", sino 'Rusty', el perro que le enseñó que los animales son sintientes.
Al respecto, ha enfatizado en que el activismo de Goodall va más allá de los primates, pues también rescató tortugas en Tenerife y condenó la tauramaquía. "Goodall veía la muerte como su siguiente aventura", ha rememorado por lo que, antes de su muerte, dio instrucciones a los directivos de su fundación, presente en un centenar de países, que quería ser cremada y que en cada oficina se plantase un bosque con sus cenizas.
Por ello, la UCM sembrará el próximo mes de abril un madroño en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, como símbolo "de resiliencia, esperanza e inmortalidad, porque su legado sigue con todos nosotros", como ha aseverado Atencia.