Actualizado 21/02/2016 19:05

Muere Fernando Cardenal, el sacerdote que luchó por alfabetizar Nicaragua

Fernando Cardenal
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   MANAGUA, 21 Feb. (Notimérica) -

   El jesuita y teólogo Fernando Cardenal fue una de las figuras claves en el desarrollo educativo nicaragüense, después de ocupar el puesto de ministro de Educación del país, entre 1984 y 1990. No obstante, Cardenal fallecido este sábado, a los 82 años, siendo un gran desconocido a nivel internacional.

   Cardenal falleció en la madrugada de este sábado en la sección de cuidados intensivos del hospital de Managua, tras sufrir un paro cardíaco. Hacía semanas que el expolítico permanecía ingresado.

   Recordado con cariño por el Gobierno de Nicaragua, el religioso encabezó una campaña de alfabetización durante la primera presidencia de Daniel Ortega, una cuestión que le ganó detractores dentro de su propia congregación.

   Menos conocido que su hermano Ernesto Cardenal --que fue poeta, sacerdote, escritor y político--, Fernando fue suspendido de la orden jesuita por estar involucrado en cuestiones políticas, un suceso que recordó tiempo después en el afamado escrito 'Carta a mis amigos'.

   "Fue el Papa Juan Pablo II quien se negó a conceder la excepción a los sacerdotes de Nicaragua", explicó Cardenal en declaraciones recogidas por 'BBC Mundo'.

   El Pontífice se encargó de reprender en persona a Ernesto Cardenal, en una visita oficial al país centroamericano, en la década de los 80.

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

   Uno de los puntos que enfrentó a los hermanos Cardenal con el Vaticano fue que ambos eran adeptos a la Teología de la liberación, una corriente cristiana que nació en Latinoamérica y que exige que se dé prioridad a los pobres.

   No obstante, los detractores de esta ideología consideran que tiene matices marxistas. En rasgos generales, la Iglesia Católica ha aceptado esta corriente, aunque con ciertas salvedades.

   A día de hoy, por lo que se recuerda más a Fernando Cardenal es por ser uno de los impulsores de la Campaña Nacional de Alfabetización, durante los años 80.

   Más de 35 años después de que se llevara a cabo el programa, su importancia todavía es recordada, ya que, según datos del propio Gobierno del país, ayudó a reducir el analfabetismo de más de un 50 por ciento, a cerca de un 13 por ciento. Esta tarea fue reconocida años más tarde por la UNESCO.

   Después de su salida del Gobierno, Cardenal siguió muy vinculado al mundo educativo, llegando a liderar la organización Fundación Fe y Alegría, que se dirige a los sectores más empobrecidos del país y busca la integración social.