Actualizado 24/01/2018 12:39

La muerte de 'El Conejo', el criminal que llenó de tiros el aire

MUERTE DE EL CONEJO
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   CARACAS, 24 Ene. (Notimérica) -

   Teófilo Rodríguez Cazarola, el criminal venezolano al que popularmente denominaban 'El Conejo' murió el 24 de enero de 2016 cuando, tras salir de una fiesta en Isla Margarita, al noroeste de la capital de Venezuela, recibió varios disparos en el interior de su vehículo. A pesa de que fue trasladado rápidamente al hospital, esa misma noche falleció.

   Su caso tomó relevancia internacional debido a que, además de ser un narcotraficante importante en el lugar, anteriormente había estado encarcelado por extorsión y se había convertido en el 'pran' -- el jefe-- de la prisión en la que cumplía condena por los hechos.

   Su poder dentro de la prisión de San Antonio permitió a Rodríguez Cazarola construir en el interior del recinto una piscina, una iglesia, un ring de boxeo, varios restaurantes, discotecas y celdas en forma de habitaciones estilo 'mono-ambiente' para todos los privados de libertad.

   Asimismo, en el penal circulaban más de 150 armas de fuego y se comercializaba droga en operaciones supervisadas por 'El Conejo'. El 'pran' tenía bajo su cargo la organización del penal, de las personas confinadas en él y de los visitantes que accedían a las instalaciones de 'su prisión'.

   Por ello, no fue inesperado que tras su muerte se sucedieran los homenajes de sus ex-compañeros reos. La mañana de su funeral, sus antiguos compinches subieron a los tejados de la cárcel y dispararon --con las armas que circulaban dentro del mismo penal-- cientos de veces al aire para 'homenajear' la vida del que una vez fue su líder

   Las acciones de los penitenciarios fueron dadas a conocer y difundidas por el opositor al Gobierno venezolano Henrique Capriles en un vídeo publicado a través de la red social de Twitter, causando un gran impacto en ese momento y generando miles de comentarios y críticas.

   Ante ese hecho la ministra de Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela, informó, un día después del incidente, que la cárcel de Margarita sería intervenida para retirar las armas que los presos exhiben en el video. "Estamos obligados a recoger todas esas armas que están ahí y a meterlos en cintura", declaró en su momento Varela.

   La misma funcionara declaraba en los medios de comunicación venezolanos que el 98 por ciento de las cárceles están trabajando bajo un régimen penitenciario que incluye sistemas de monitoreo y video-vigilancia centralizada para que imágenes como aquellas no se repitan.