Publicado 16/08/2025 11:06

Negociadores de la Policía Nacional: así trabajan en situaciones límite

Archivo - Una de las agentes de la Policía Nacional que ejerce de negociadora en situaciones críticas
Archivo - Una de las agentes de la Policía Nacional que ejerce de negociadora en situaciones críticas - EUROPA PRESS - Archivo

Su labor consiste en escuchar, pero también en persuadir sin llegar al engaño

MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

La comunicación, la observación y la capacidad de "autocontrol" son cualidades esenciales en la personalidad de los negociadores de la Policía Nacional, encargados de buscar una salida controlada a una situación de peligro. Su trabajo consiste fundamentalmente en "escuchar", pero también en "persuadir sin manipular".

César Martín, negociador de la Comisaría General de Policía Judicial, participó este lunes en uno de esos operativos "críticos". En el distrito madrileño de Latina, siete personas de un mismo clan familiar fueron detenidas después de atrincherarse en un domicilio tras una fuerte discusión. La actuación del Equipo Negociador, formado por él y un compañero, fue clave para calmar los ánimos y evitar un desenlace de consecuencias impredecibles.

"Somos el Equipo Negociador, no el negociador. No trabajamos de manera aislada, sino en un tándem en el que cada uno tiene sus funciones. El negociador principal es la persona que se va a comunicar directamente con la persona del incidente, y luego el negociador secundario, que es el que apoya, informa y transmite lo que está ocurriendo al equipo de mando", ha subrayado Martín en una entrevista con Europa Press.

Así trabajaron en el incidente de Madrid, en el que incluso tuvo que intervenir el Grupo Especial de Operaciones (GEO) junto a agentes de varias unidades del cuerpo. A su llegada al lugar de los hechos, la tensión inundaba el ambiente: en el domicilio en el que tenían que intervenir había hombres armados.

Su labor se centró en escuchar, observar y persuadir. "Se produjo una salida controlada. El negociador contactó con el sospechoso y le convenció de que tenía que salir", ha narrado Martín, que insiste en que este procedimiento "no se puede hacer de cualquier manera".

"Una de las primeras medidas que tiene que respetar un negociador es su propia protección y la de los compañeros. Hay que explicarle cómo tiene que salir. Siempre estamos apoyados por el grupo táctico, bien asesorados por ellos. Tiene que verse que (el individuo) no tiene armas. Es un momento tenso, la incertidumbre genera tensión, por eso es muy importante dar explicaciones. La persona que tenemos enfrente tiene que saber que viene una persona del grupo táctico para no ponerse nerviosa", ha explicado el agente.

DEJAR DE LADO LOS PREJUICIOS

En su labor, es fundamental dejar de lado los prejuicios, tanto los positivos como los negativos, y escuchar de manera "libre y voluntaria" al interlocutor. "A veces, con escuchar ya resuelves la mitad de problema. Hay que tratar que él sea consciente del problema. Estar alterado emocionalmente te impide ver cuál es el problema real", ha argumentado.

En el caso de Madrid, el negociador pudo "enganchar" al sospechoso, transmitirle su "confianza" y ofrecerle zanjar el asunto de forma pacífica. "Cuando la persona bajó la tensión se dio cuenta de la situación y él mismo quiso entregarse", ha recordado.

Para Martín, generar confianza en el interlocutor es fundamental para lograr una extracción segura. Se debe persuadir, hablar, empatizar... Pero nunca manipular o mentir. "Si yo te manipulo y tú me pillas, se rompe la confianza y se acaba la negociación. Y para ganar esa confianza, tienes que ser congruente. No puedes decirle 'sal, que no pasa nada', y apuntarle con un tanque. Tienes que demostrar que eres una persona en la que se puede confiar", ha desgranado.

Martín ha remarcado que "hay que ser un buen comunicador" y tener "capacidad de observación" del comportamiento verbal y no verbal, así como dotes de escucha activa y una dosis de autocontrol. "Si yo estoy tranquilo, te puedo tranquilizar a ti", ha resumido.

Ha incidido también en la importancia de la implicación, puesto que la labor de negociador es "un plus añadido" al puesto de trabajo que, además, no está retribuido. "Es algo que haces porque te gusta y porque quieres aportar a la sociedad", ha reivindicado.

Aunque el trabajo se coordina desde la Comisaría General de la Policía Judicial, el funcionamiento operativo es territorial. La Policía Nacional tiene una red distribuida por todo el territorio y los negociadores pueden ser activados de lunes a domingo a cualquier hora si hay un "incidente crítico".

Es entonces cuando "dejan su vida familiar" y se desplazan hasta el lugar de los hechos para intentar contener la situación.

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