Actualizado 30/03/2006 16:06

Nicaragua/C.Rica.- ONG nicaragüense denuncia que plantaciones de teca de una empresa de Costa Rica amenazan una reserva

Nicaragua/C.Rica.- ONG nicaragüense denuncia que las plantaciones de teca de una empresa de Costa Rica amenazan una reserva


MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

Organizaciones nicaragüenses juveniles como Jóvenes en Acción y Comunidad Ambientalista han denunciado que la empresa costarricense Maderas Cultivadas de Costa Rica S.A está amenazando el entorno natural de la región sureste del país, y designada como Reserva Natural por sus plantaciones de madera de teca y melina.

En una extensión de 3.180 kilómetros, se encuentra la Reserva Biológica de Indio Maíz, que debe su nombre a los ríos Indio y Maíz.

Es una de las reservas de biosfera más importantes del país y contiene un bosque húmedo tropical, humedales y lagunas que albergan una fauna diversa: jaguares, águilas mayor, guacamayo ambiguo, manatíes, tiburón martillo y cocodrilos. En el bosque hay árboles como cedros, caobas, almendros, níspero, manú, maria, entre otros.

Pero el bosque y esta rica biodiversidad "se encuentran amenazados por una actividad que resulta bastante contradictoria con el concepto de 'reserva'". Según denuncian estas dos organizaciones, en el bosque secundario, --de más de 20 años,-- la empresa Maderas Cultivadas de Costa Rica ha establecido plantaciones forestales de monocultivos de teca y melina, hasta el momento, 3.000 hectáreas de melina, aunque la empresa tiene compradas 5.000 y el proyecto piensa ampliarse en pocos años a 8.000 hectáreas.

Esta actividad, a su vez, conlleva otras acciones, como la tala para despejar la zona para las plantaciones, y relacionadas, --según varias denuncias presentadas ante la Procuraduría Ambiental en Managua desde noviembre de 2005--, y como parte de la gestión forestal forestal, con la quema ilegal de rastrojos y maderas no preciosas abandonadas en el suelo, y que pone en peligro las fincas vecinas.

Tras meses de denuncias estas ONG comprobaron que el caso de esta compañía maderera había sido archivado, tras lo que recaudaron fondos a partir de conciertos de música y venta de camisetas para viajar hacia la zona y visitar el lugar, documentar los daños y sacar fotos.

Allí observaron que ya hay 5.000 hectáreas adquiridas por esta empresa, ya que observaron una marcación numeral de los árboles y la plantación avanza.

Durante los tres días que los jóvenes pasaron en la zona, apoyados por la comunidad local cercana que les dio alojamiento y comida, observaron que numerosos manantiales y pequeños riachuelos se habían secado y que el agua de los manantiales emanaba con una coloración blancuzca. Asimismo, verificaron irregularidades en la actuación de la empresa.

Según denuncian, ésta pasó 'por encima' de la ley municipal y se presentó directamente ante el Ministerio de Agricultura y Forestal (MAG-FOR), quien le habría otorgado los permisos de tala (tanto del bosque secundario como del bosque primario intervenido), cuando en realidad tendría que haber sido la autoridad municipal de INAFOR (Instituto Nacional Forestal) la que condeciera este permiso.

Los jóvenes señalaron que la empresa intentó reunirse con ellos, cosa que no aceptaron, puesto que previamente habían sido informados de los intentos de 'compra' por valor de 5.000 dólares (4.100 euros) a algunos de los líderes y voluntarios de estas agrupaciones juveniles locales.