MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Fad Juventud trabajará como Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) en Nicaragua y el Salvador durante los próximos cuatro años de la mano de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID), que le ha concedido los dos convenios de cooperación.
"Es una gran responsabilidad, pero también un gran impulso a la actividad actual y a la experiencia de Fad Juventud en el terreno, así como para las organizaciones locales con las que nos asociamos", ha indicado la subdirectora de Cooperación al Desarrollo de la entidad, Paloma Albo.
En concreto, en El Salvador, Fad trabajará durante más de tres años para apoyar a colectivos vulnerables, para que puedan ejercer su derecho a una vida libre de violencias. Además, centrará su actividad en adolescentes y jóvenes, con perspectiva de género y de diversidad, tratando de dar respuesta a la situación actual y de futuro de las comunidades seleccionadas, en la defensa del cumplimiento con los derechos humanos.
En este sentido, han explicado que el objetivo es impactar "positivamente" en colectivos vulnerables como la niñez, mujeres jóvenes con cargas familiares o embarazos precoces, población LGTBIQ+ y adolescentes y jóvenes con discapacidad.
En total, han informado que pretenden impactar en 6781 personas, entre ellas 4565 mujeres, y en 42.000 beneficiarios indirectos, a través del fortalecimiento del sistema de protección social, del sistema educativo y de la promoción del ejercicio de una ciudadanía activa.
Mientras, en Nicaragua el convenio se articula en torno a la restitución de medios de vida, resiliencia comunitaria y fomento de la cultura de paz a través de métodos alternos de resolución de conflictos, con énfasis en el empoderamiento económico y social de la mujer. De esta manera, se desarrollará en Managua, Tipitapa y Ciudad Sandino, durante cuatro años, junto con CAPRI e INPRHU.
Por otro lado, han señalado que el convenio cuenta con componentes de sostenibilidad transversales como el fomento del emprendimiento a través de iniciativas de producción verdes, de promoción del empleo en torno a la gestión de residuos o el impulso del turismo rural para la recuperación de la tradición ancestral.
Estos planes de acción de prevé que impacten directamente en casi 3.500 personas, de las cuales más de 2.000 son mujeres, y en 8155 beneficiarias y beneficiarios indirectos.