QUITO, 15 Feb. (Notimérica) -
Su coeficiente está por encima de 160 y su capacidad es muy superior al resto de sus compañeros de clase. Por eso, Maité Pazmiño, una niña de 11 años que acaba de terminar octavo, ha accedido al curso preuniversitario de la carrera de Medicina en la Universidad Espíritu Santo (UESS), igualándose al nivel de los jóvenes que han terminado el bachillerato y que son 7 años mayores que ella.
"Primero escribí al decano para preguntarle si con 11 años podía realizar el preuniversitario de medicina. Aunque en un principio me denegaron el acceso, insistí en mantener una cita con él para explicarle mi caso", explica Pazmiño, que al final y, sorprendidos por sus conocimientos y potencial desde la Dirección de la universidad, la admitieron sin titubear.
"Tenemos un grupo de estudiantes de alto rendimiento pero es la primera vez que una niña de 11 años accede al preuniversitario de la carrera de Medicina en la UESS", recalca el propio decano de la institución, Pedro Barberán, quien añade que "ya sobresale del resto de sus compañeros en conocimientos, aun estando graduados. Aunque formalmente no puede iniciar la carrera de Medicina hasta que no termine el bachillerato, ahora está avanzando académicamente para que en un futuro próximo le homologuen materias en la carrera", concluye.
La menor, que asiste a clase con una bata médica sobre un pantalón rosa y una camiseta azul, comenzó a andar con 10 meses y a leer con tan solo 2 años, cuando la edad media son los 6 años. La única condición para poder asistir a las clases es ir acompañada de su madre debido a la diferencia de edad. Ahora, el sueño de Pazmiño, que siempre ha sido estudiar medicina, está más cerca que nunca.