BOGOTÁ, 20 Jun. (Notimérica) -
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) continúa siendo una grave amenaza para el Estado y la sociedad colombiana. Con más de 1.200 combatientes en Colombia, presentes en 115 municipios, su último ataque acabó con la vida de 22 personas el pasado 17 de enero, y podría no ser el último.
Desde la selva del Chocó el comandante Uriel, uno de los más activos en redes sociales, que lidera el Frente de Guerra Occidental, ha advertido en una entrevista concedida a 'AFP' que la guerrilla sigue activa.
En este sentido, el alto cargo del ELN ha advertido que la organización que encabeza, una de las más activas desde la firma del tratado de paz en 2016, "no renunciará a los recursos que recibe por la producción o tráfico de la cocaína".
Además, ha anunciado que continuarán utilizando las ilegales minas antipersona, un arma letal que ha marcado este conflicto interno y que ha matado a 11.400 personas desde la década de los 90. "Creemos que siguen siendo un arma válida en esta guerra popular", sostiene Uriel, quien ha añadido al respecto que "hemos criteriado su uso" avisando a la comunidades de los lugares en los que se localizan.
Las filas de la última guerrilla activa en Colombia tras el desarme de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son mínimas en cuanto a número si se comparan con la policía y los efectivos militares del país. Sin embargo, decenas de jóvenes siguen alistándose, asegurando así su permanencia, según Uriel.
En este estido, el alto mando militar que forma parte de la nueva generación de comandantes del ELN ha asegurado al citado medio que "nadie en el ELN está por fuerza, nadie está por presiones. Estamos por voluntad propia y la retirada del ELN es libre, cuando alguien no quiere pertenecer más a la organización lo plantea y hay salida".