MADRID, 29 Sep. (Notimérica) -
La cultura del mate también tiene cabida en Europa y Asia. Esta es la idea que la sommelier de yerba mate, Karla Johan Lorenzo, ha querido transmitir este martes en la capital española de Madrid, durante la presentación oficial de 'El libro de la yerba mate' (Editorial del Nuevo Extremo).
De descendencia alemana, Johan Lorenzo está muy arraigada a la cultura argentina, al haber nacido y crecido en la región de Las Misiones. Esta sommelier de mate es una de las dos únicas mujeres especializadas en mate en Argentina, un campo en el que aún queda mucho por explorar.
Mientras estudiaba la carrera de sommelier en la capital de Argentina, Buenos Aires, esta especialista se dio cuenta de que se podían catar otros productos. Johan Lorenzo confesó en declaraciones exclusivas a Notimérica que, en un primer momento, se sintió fascinada por el té.
"Sin embargo, después me dije: soy misionera y quiero llevar la yerba mate a un marco más gourmet, quiero que tenga el mismo privilegio y reconocimiento que el té", explica.
Con esta idea en mente, la sommelier comenzó su misión de elevar el mate "a otra categoría" e "introducirlo en las calles".
Su objetivo la ha llevado a ser galardonada en dos ocasiones por su trabajo, 'El libro de la yerba mate', con los Gourmad Awards, considerados como "los Óscar de la gastronomía'.
Un reconocimiento que le ha permitido difundir no sólo esta infusión, sino las connotaciones culturales que conlleva el consumo del mate, algo fundamental para la escritora.
LA CULTURA DEL MATE.
"El mate tiene que ver con lo cultural", expresa.
La llamada cultura del mate tiene sus orígenes en los guaraníes, quienes comenzaron a masticar este producto, "como las hojas de coca". A continuación, secaban las hojas para que no se oxidaran y poder intercambiarlas con otras tribus.
No obstante, el descubrimiento de esta yerba no es lo único que deben a los guaraníes. "También crearon las bombillas y su modelo se copió para las metálicas que utilizamos ahora", explica la sommelier, que retransmite a la perfección la importancia del mate para los argentinos.
Actualmente, Argentina es el mayor productor mundial de la planta mate. De hecho, el pasado 2013, dicha infusión fue proclamada por ley "infusión nacional".
A pesar de esto, Argentina no es el país que más mate consume al año, sino Uruguay. Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los uruguayos toman el doble de esta bebida por habitante.
SUS PROPIEDADES.
Más allá de lo cultural, las propiedades del mate hacen a esta yerba aún más atractiva. Su gran poder antioxidante, mayor que el del vino tinto, provoca que se compare con el té verde, que tiene una gran acogida en los continentes europeo y asiático.
"El mate también tiene propiedades diuréticas y laxantes, además de ser inhibidor del apetito", declara Johan Lorenzo. De hecho, son estas características el punto fuerte "a explotar" para introducir el mate en otras partes del globo, para dejar de ser un producto de consumo exclusivo en Sudamérica.
"La gente va a la cafetería y se pide una infusión, incluso en los restaurantes las cartas incluyen, para después de comer, una gran variedad de tes y cafés. ¿Por qué no un buen mate con sus propiedades digestivas?", cuestiona.
En este sentido, la misionera también destaca un beneficio de esta infusión que ha sido cuestionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): su poder para prevenir el cáncer.
¿ES CANCERÍGENO?
Para sorpresa de muchos, en 1991, la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), perteneciente a la OMS, situó al mate caliente en el grupo de riesgo 2A, que incluye todo aquello que es "probablemente cancerígeno para humanos".
"Colocan a la yerba mate como uno de los 400 productos que pueden producir cáncer. Sin embargo, en realidad lo que ocurre es que están valorando la temperatura a la que se toma el mate, no la infusión en sí", aclara Johan Lorenzo.
"Ocurre lo mismo si tomas una sopa a más de 90 grados u otra hierba con continuidad. Las bebidas muy calientes pueden producir a la larga cáncer de laringe, esófago... Pero no es la infusión, es la temperatura a la que se prepara", agrega.
Por ello, el próximo 2016, un grupo de químicos de Uruguay, Argentina y demás países productores de mate pretenden demostrar esto para que se saque a esta yerba de la lista "porque en realidad no hay argumentos que lo apoyen".
DIFUSIÓN INTERNACIONAL DEL MATE.
La posible eliminación de esta infusión de la 'lista negra' de la OMS, impulsará también su consumo y mejorará la percepción de la yerba mate en el exterior de Sudamérica. No obstante, Johan Lorenzo no quiere olvidarse de su región natal, por lo que se muestra preocupada por la evolución del mate en su cuna.
"En Sudamérica la gente está dejando de compartir la bombilla, como es tradición", declara, a la vez que augura que "en un futuro, el mate cocido va a ser una gran alternativa".
De hecho, la idea del mate cocido es la que se está tratando de vender en el exterior, especialmente en Europa y Asia. Personalmente, la sommelier considera que está comenzando a ser aceptado en el mercado asiático. "Para mí fue toda una aventura llevar el mate a Asia, pero de ahí a que ingrese por completo en el mercado asiático hay que dedicarle tiempo y tener mucha paciencia", confiesa.
En el caso de Europa, la sommelier está sorprendida con la gran acogida que está teniendo el mate en Alemania y en Rusia, donde el 'boom' de esta infusión ha provocado que el libro se traduzca incluso al ruso, además de al inglés.
A pesar de esto, Johan Lorenzo es realista y opina que transmitir la cultura del mate a otras regiones no es una tarea fácil, ya que el significado de la yerba para personas como esta misionera, va más allá de una mera infusión.
Tal y como reza la contraportada de su premiado libro, que cita al peruano Manuel Seoane, "el mate es como la pipa de la paz, que circula de boca en boca en intimidad colectiva, eje de un círculo que siempre es de amistad fraternal".