Publicado 07/01/2019 22:37

Pandillas criminales ponen a prueba la estrategia de seguridad de Bolsonaro para Brasil

Pandillas criminales
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   FORTALEZA, Brasil, 7 ene (Reuters/Notimérica)

   Pandillas criminales del noreste de Brasil están poniendo tempranamente a prueba al nuevo presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, que tiene el desafío de reprimir la violencia relacionada con las drogas y detener una ola de homicidios en el país.

   El estado de Ceará ha sido sacudido por cinco noches de ataques, que incluyeron una bomba que explotó en una carretera, autobuses incendiados y asaltos contra bancos y cuarteles de policía.

   Funcionarios de seguridad creen que los ataques responden al plan del nuevo gobierno estatal para socavar el poder de las pandillas enviando a los prisioneros a las cárceles que estén disponibles, lo que pone fin a la práctica de separarlos por su filiación a estos grupos.

   Los ataques, que el viernes llevaron al nuevo ministro de Justicia, Sergio Moro, a enviar 330 agentes de seguridad federales a Ceará, siguieron a la toma de posesión el 1 de enero de Bolsonaro, quien no ha ocultado su admiración por la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985.

   El capitán del Ejército en retiro, cuya campaña se comprometió a restablecer el orden público, ganó el apoyo de brasileños cansados de las bandas de narcotraficantes en guerra que han aterrorizado vastas zonas del país.

   Su tarea ahora es cumplir las promesas de diseñar una estrategia de seguridad federal coherente y poner fin a la ola de violencia en el país más grande de América Latina, que tuvo un récord de 63.880 homicidios en 2017. El recuento del año pasado aún se desconoce.

   En Fortaleza, la capital del estado de Ceará, los residentes volvieron a las calles el lunes, pero iban a trabajar con cautela. "La situación es tensa", dijo el taxista Weverton Barbosa. "Tenemos miedo, porque no sabemos lo que viene, y podría empeorar".

   El Ministerio de Seguridad Pública y Defensa de Ceará dijo el lunes que 148 personas habían sido arrestadas por su supuesto papel en los ataques. Al menos tres presuntos pandilleros murieron en enfrentamientos con la policía, añadió en un comunicado.