Actualizado 21/11/2018 13:02

El papa advierte de que no basta el "cumplimiento nominal y farisaico" de los mandamientos

Papa Francisco
Reuters - Archivo

   ROMA/MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El papa Francisco ha advertido este miércoles 21 de noviembre, durante la Audicencia General en la Plaza de San Pedro, de que no basta con el "cumplimiento nominal y farisaico" de los mandamientos, durante su reflexión sobre el último de ellos: "No codiciarás los bienes de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo".

   "A simple vista parece coincidir con los mandamientos: 'No cometerás adulterio' o 'No robarás'. Sin embargo, hay una diferencia. En este epílogo el Señor nos propone llegar al fondo del sentido del decálogo y evitar que pensemos que basta un cumplimiento nominal y farisaico para conseguir la salvación. La diferencia estriba en el verbo empleado: "no codiciarás"; con este verbo se subraya que, en el corazón del hombre -como dice Jesús en el evangelio-, nace la impureza y nacen los deseos malvados que rompen nuestra relación con Dios y con los hombres", ha señalado.

   Por eso, ha apuntado que el hombre se engaña a si mismo si piensa que su debilidad se supera sólo con sus fuerzas, en virtud de una observancia externa. "Debemos suplicar, como mendigos, la humildad y la verdad que nos pone frente a nuestra pobreza, para poder así aceptar que solo el Espíritu Santo puede corregirnos, dando a nuestros esfuerzos el fruto deseado. Esa verdad es apertura auténtica y personal a la misericordia de Dios que nos transforma y nos renueva", ha añadido.

   Así, el papa se ha referido también a las bienaventuranzas. "Bienaventurados los pobres de espíritu; aquellos que, no fiándose de sus propias fuerzas, se abandonan en Dios, que con su misericordia cura sus fallas y les da una vida nueva", ha dicho.

   Francisco ha saludado a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos procedentes de España y América Latina. "En este día que celebramos la Presentación de la Virgen María en el Templo, los animo a que, siguiendo su ejemplo, sean testigos de la misericordia de Dios en medio del mundo, comunicando la ternura y la compasión que han experimentado en sus propias vidas", ha concluido.