Publicado 23/09/2020 11:25

Papa critica que para "curar el virus" se escuche más a "grandes compañías farmacéuticas" que a trabajadores sanitarios

   ROMA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha criticado que para curar el coronavirus en los protocolos sanitarios se escuche más a "las grandes compañías farmacéuticas" que a los médicos o enfermeras que están "comprometidos en primera línea en los hospitales o en los campos de refugiados", al tiempo que ha reivindicado el "principio de subsidiaridad" como motor estructural para salir de la crisis provocada por la pandemia.

   "La falta de respeto del principio de subsidiariedad se ha difundido como un virus", ha zanjado Francisco, que ha reclamado este eje sociopolítico con el que la Doctrina Social de la Iglesia intenta regular las relaciones entre el Estado y la sociedad. El objetivo de este principio es salvaguardar los espacios de los individuos y de los grupos sociales frente a una excesiva injerencia del Estado.

   El obispo de Roma ha celebrado la audiencia general de este miércoles en el Patio de San Dámaso ante unos 500 fieles que ha podido seguir de forma presencial la catequesis con las debidas disposiciones para evitar más contagios como la distancia de seguridad o el uso obligatorio de mascarillas.

   Por ello, ha defendido que si bien "es justo" que intervenga el Estado para proveer los recursos necesarios a quiénes están en "grave dificultad", también es necesario que los vértices de la sociedad respeten y promuevan "los niveles intermedios o menores".

   "La contribución de los individuos, de las familias, de las asociaciones, de las empresas, de todos los cuerpos intermedios y también de las Iglesias es decisiva. Estos, con los propios recursos culturales, religiosos, económicos o de participación cívica, revitalizan y refuerzan el cuerpo social", ha destacado.

   En su alocución, el Papa ha indicado la "responsabilidad" de todos para salir de la crisis y la necesidad de permitir a las personas que sean "protagonistas del propio rescate". De este modo, ha insistido en que no hay "verdadera solidaridad sin participación social, sin la contribución de los cuerpos intermedios" como las familias, las asociaciones, las cooperativas, las pequeñas empresas, las expresiones de la sociedad civil.

   Para el pontífice, esta participación de la sociedad civil "ayuda a prevenir y corregir ciertos aspectos negativos de la globalización y de la acción de los Estados, como sucede también en el cuidado de la gente afectada por la pandemia". Y ha agregado: "¡O salimos juntos o no salimos! La injusticia provocada por intereses económicos o geopolíticos tiene que terminar y dar paso a una participación equitativa".

   Francisco también ha denunciado la falta de consideración por parte de los actores políticos de los indígenas o de los movimientos sociales al tiempo que ha instado a no escuchar solo la voz de "las grandes compañías financieras".

   Así ha denunciado la "injusticia" que se verifica a menudo donde se concentran grandes intereses económicos o geopolíticos, como por ejemplo "ciertas actividades extractivas" en algunas zonas del planeta. "Se escucha más a las grandes compañías financieras que a la gente o aquellos que mueven la economía real. Se escucha más a las compañías multinacionales que a los movimientos sociales", ha continuado el Santo padre.

   De este modo, ha propugnado la construcción de un "mundo nuevo" con la colaboración de todos, especialmente de los que son "descartados y considerados últimos".

   El Papa decidió comenzar el pasado 5 de agosto un ciclo de catequesis agrupadas bajo el tema 'sanar al mundo' en los que cada miércoles analiza las causas y las consecuencias económicas, políticas y sociales de la pandemia.