Publicado 14/04/2015 15:20

Papa Francisco: La Iglesia no debe "acumular riquezas"

El Papa Francisco dando la bendición  "Urbi et Orbi" el Domingo de Resurrección
ALESSANDRO BIANCHI / REUTERS

ROMA, 14 Abr. (Notimérica/EP) -

El Papa Francisco ha advertido de que la Iglesia no debe "acumular riquezas" sino "administrarlas con generosidad", durante su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Francisco ha vuelto a reivindicar una Iglesia fundada en la pobreza al recalcar que las riquezas no deben acumularse sino que deben ser dispuestas "al servicio de quien tiente necesidad, tal como hacía la primera comunidad guiada por los Apóstoles".

La comunidad cristiana --dijo también el Santo Padre-- "hace ver que ha renacido en el Espíritu Santo cuando es una comunidad que busca la armonía", no la división interna; "cuando busca la pobreza", "no la acumulación de riquezas para sí, porque las riquezas son para el servicio". Y cuando "no se enoja inmediatamente ante las dificultades o se siente ofendida", sino que es paciente como Jesús:

"En esta segunda semana de Pascua, durante la que celebramos los misterios pascuales, nos hará bien pensar en nuestras comunidades, diocesanas, parroquiales, familiares o tantas otras, y pedir la gracia de la armonía que es más que la unidad --la unidad armoniosa, la armonía, que es el don del Espíritu-- y pedir la gracia de la pobreza --no de la miseria, de la pobreza: ¿Qué significa? Que si yo tengo lo que tengo, debo administrarlo bien por el bien común y con generosidad-- y pedir la gracia de la paciencia, de la paciencia", ha exclamado.

El pontífice también ha pedido a los cristianos que busquen la armonía y no la división interna y que no se enojen "inmediatamente ante las dificultades" o se sientan ofendidas, sino que sean "pacientes" como lo fue Jesús.

ARMONÍA Y PACIENCIA

Además, el Papa Bergoglio ha destacado los dos signos del "renacimiento en una comunidad". El primero es la armonía y el segundo signo es el bien común.

Pero añadió que hay un tercer signo de una comunidad renacida: "la paciencia en el soportar", y se refirió a soportar los problemas, las dificultades, las murmuraciones, las calumnias, y a "soportar las enfermedades, soportar el dolor" de la pérdida de un propio ser querido.