Publicado 03/01/2024 13:00

Papa Francisco.- El Papa dice que la guerra es "una locura" y "siempre una derrota"

January 1,  2024 - POPE FRANCIS  delivers Angelus Prayer in St. Peter's Square  at the Vatican.  - Vatican City State  ÂEvandroInetti_via ZUMA Wire,Image: 833599240, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Credit line: Evandro Inetti
January 1, 2024 - POPE FRANCIS delivers Angelus Prayer in St. Peter's Square at the Vatican. - Vatican City State ÂEvandroInetti_via ZUMA Wire,Image: 833599240, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Credit line: Evandro Inetti - Evandro Inetti / Zuma Press / Contactophoto

ROMA, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha recordado este miércoles a los pueblos del mundo que sufren conflictos armados como "Palestina, Israel o Ucrania" y ha sentenciado que "la guerra es una locura" y "siempre una derrota".

"No olvidemos a los pueblos que están en guerra. La guerra es una locura. Siempre la guerra es una derrota. Siempre una derrota. Recemos por los pueblos de Palestina, Israel, Ucrania y tantos otros lugares donde hay guerra", ha dicho el Pontífice.

Al término de la audiencia general celebrada este miércoles el aula Pablo VI del Vaticano, ante cerca de 4.000 fieles, Francisco ha querido recordar a los pueblos del mundo.

Asimismo, ha instado a no olvidar a los "hermanos y hermanas rohingya que son perseguidos". El Papa también se ha referido así al grupo étnico musulmán de Birmania que desde 2017 fue objeto, según la ONU, de una limpieza étnica por parte de las autoridades del país, que obligó a la mayoría de sus integrantes a refugiarse en la vecina Bangladés.

El Pontífice ha continuado con su ciclo de catequesis sobre "los vicios y las virtudes" y ha reflexionado en su alocución sobre la "lucha espiritual del cristiano".

Para el Papa, esta reflexión "ayuda a superar la cultura nihilista en la que los contornos entre el bien y el mal permanecen borrosos". Asimismo, ha recordado que, "el ser humano siempre puede trascenderse a sí mismo, abriéndose a Dios y caminando hacia la santidad".

"Los santos no son hombres que se han librado de la tentación, sino personas bien conscientes de que en la vida aparecen repetidamente las seducciones del mal, que hay que desenmascarar y rechazar", ha concluido.