Publicado 31/10/2021 12:49

Papa Francisco.- El Papa llama a escuchar a "los niños" y a crear una "nueva forma de solidaridad universal"

13 October 2021, Vatican, Vatican City: Pope Francis arrives for his wednesday General Audience at the Vatican. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa
13 October 2021, Vatican, Vatican City: Pope Francis arrives for his wednesday General Audience at the Vatican. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA

ROMA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha llamado, con motivo de la Cumbre del Clima (COP26) de Glasgow (Reino Unido), a escuchar a "los niños", que a su juicio son "sabios" a pesar de su corta edad, y a poner en marcha un "cambio de marcha" que consolide una "nueva forma de solidaridad universal".

"Son tiempos también para nosotros para cambiar de marcha, para cambiar las malas costumbres con el objetivo de ser capaces de soñar, y actuar juntos para realizar un futuro más justo y ecuo. Es hora de desarrollar una nueva forma de solidaridad universal que esté fundada en la fraternidad, en el amor, en la comprensión recíproca: una solidaridad que ponga en valor más a las personas que a las ganancias", ha señalado el pontífice.

Francisco ha hecho estas consideraciones en el prefacio del libro 'Laudato si 'Reader', en el que activistas ambientales, embajadores y miembros de la Iglesia relatan cómo la encíclica 'Laudato si' ha sido recibida en diversos contextos alrededor del mundo. Se trata de un texto inédito publicado con motivo de la COP26, que estará disponible a partir del 12 de noviembre en ebook y a partir del 20 de noviembre en formato papel.

"Es hora de soñar en grande, de repensar nuestras prioridades --de ver qué valoramos, qué queremos, qué buscamos-- y reprogramar nuestro futuro, comprometiéndonos a actuar en la vida diaria conforme a lo que hemos soñado", ha considerado el Papa. "Es hora de actuar, y de actuar juntos", ha manifestado.

Francisco --que hace seis años publicó la encíclica 'Laudato Si' en la que denunciaba los excesos de la industria y defendía una conversión ecológica-- ha vuelto condenar el "comportamiento irresponsable" que ha incidido "negativamente en el futuro del planeta". Así, se ha mostrado "complacido" al constatar que la encíclica haya tenido un "impacto positivo" en los esfuerzos de la Iglesia por cuidar la casa común, así como en las comunidades ecuménicas e interreligiosas, en los círculos políticos y económicos, en las esferas educativa y cultural.

En cualquier caso, ha destacado que son sobre todo los niños "quienes han comprendido la escala y la enormidad de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad, especialmente en la crisis climática". Y ha hecho un llamamiento: "Debemos escucharlos con el corazón abierto. Debemos seguir su ejemplo porque son sabios a pesar de su edad".

De forma paralela, ha explicado que la "consecuencia emblemática" del "fracaso en cuidar nuestra casa común" fue amplificada en la emergencia del COVID-19 que el mundo está todavía tratando de "contrastar". No obstante, ha considerado que las crisis son "una ventana de oportunidad" así como "una ocasión para "reconocer y aprender de los errores del pasado".

IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO PARÍS, COMPLEJO E INCIERTO

Por otro lado, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha señalado que si bien la COP26 debería servir para establecer "las modalidades concretas para lograr los compromisos previstos por el Acuerdo de París de 2015", el itinerario para una implementación "eficaz, todavía bajo la sombra de la pandemia, es bastante complejo e incierto".

"El deseo de la Santa Sede es que la COP26 pueda realmente reafirmar la centralidad del multilateralismo y de la acción, incluso a través de los así llamados actores no estatales. Vista la lentitud del progreso, la importancia de la Conferencia de Glasgow es significativa, en cuanto a través de ella se podrá medir y estimular la voluntad colectiva y el nivel de ambición de cada estado", ha dicho Parolin.

También ha observado cómo en la actualidad resulta "profundamente evidente cómo la degradación ambiental y la degradación social están fuertemente interrelacionadas", por lo que ha pedido que de la COP26 emerja "una clara respuesta colectiva" no sólo para favorecer las actividades de "mitigación y de adaptación" al cambio climático por parte de todos los países, sino también "para ayudar a los más vulnerables a afrontar los daños y las pérdidas que derivan de dicho fenómeno, que lamentablemente ya son una realidad en numerosos contextos".

Además, ha constatado que los datos más recientes que provienen de varios organismos científicos internacionales "no son nada alentadores" sobre el camino que está haciendo la comunidad internacional para conseguir los objetivos del Acuerdo de París. "Esto manifiesta las dificultades de este cambio de rumbo, pero contextualmente evidencia cada vez más la urgencia del mismo. Tenemos los medios y los recursos para dicho cambio; lo que todavía parece faltar es una clara voluntad política", ha concluido.