ROMA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha defendido, en su encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático en Tokio, un proceso multilateral para abordar la cuestión nuclear. "Estoy convencido de la necesidad de abordar la cuestión nuclear a nivel multilateral, promoviendo un proceso político e institucional capaz de crear un consenso y una acción internacional más amplios", ha dicho.
Tras recordar su visita de este domingo a Hiroshima y Nagasaki ha reclamado "todas las mediaciones disuasorias necesarias" para que la destrucción realizada en el pasado no se repita. "La historia nos enseña que los conflictos entre pueblos y naciones, incluso los más serios, pueden encontrar soluciones válidas solo a través del diálogo, la única arma digna de ser humana y capaz de garantizar una paz duradera", ha insistido el Pontífice.
Por su parte, el primer ministro Shinzo Abe, ha subrayado el compromiso de su país de trabajar por un mundo libre de armas nucleares, para cerrar la brecha entre estados para dialogar y cooperar en esta dirección, según informa Vatican News.
Por otro lado, el Papa ha recordado que el propósito de su viaje es también confirmar a los católicos japoneses en la fe, en su compromiso de caridad para los necesitados y por su servicio al país del que "orgullosamente se sienten ciudadanos".
Francisco ha reiterado que el lema de su visita es 'Proteger cada vida', reconociendo su "dignidad inviolable" y la importancia de mostrar solidaridad y apoyo a los hermanos y hermanas ante cualquier necesidad.
"ESPÍRITU OLÍMPICO"
El Pontífice también ha recordado que para un mundo más justo y fraterno es esencial crear una cultura de encuentro y diálogo y ha defendido el "espíritu olímpico" que busca la excelencia y no la rivalidad, en referencia a los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
"Estoy seguro de que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que se celebrarán en Japón el próximo año, servirán de estímulo para desarrollar un espíritu de solidaridad que vaya más allá de las fronteras nacionales y regionales y busque el bien de toda nuestra familia humana", ha dicho.
Además, ha defendido la buena relación entre las diferentes religiones, que no solo considera esencial para un futuro pacífico, sino también para preparar a las generaciones presentes y futuras para valorar los principios éticos que sirven de base para una sociedad verdaderamente justa y humana.
Los jóvenes, según ha enfatizado el Papa, piden respuestas reales, hechos y no ilusiones ante el tema de la Creación. "La delicadeza de los cerezos en flor nos recuerda la fragilidad de nuestro hogar común, sujeto no solo a los desastres naturales sino también a la avaricia, la explotación y la devastación a manos del hombre. Cuando a la comunidad internacional le resulta difícil respetar sus compromisos de proteger la creación, son los jóvenes los que cada vez más hablan y exigen decisiones valientes", ha recalcado.
Finalmente, Francisco ha destacado que la dignidad humana debe estar en el centro de toda actividad social, económica y política. "Pienso en particular en los jóvenes, que a menudo se sienten oprimidos ante las dificultades de crecimiento, y también en las personas mayores y solitarias que sufren aislamiento. Sabemos que, al final, la civilización de una nación o pueblo no se mide por su poder económico sino por la atención que dedica a los necesitados, así como por la capacidad de convertirse en fructíferos y promotores de la vida. Este es el estímulo final: proteger la vida respetando la dignidad de cada ser humano", ha añadido.