Publicado 29/03/2018 12:17

El Papa pide a los sacerdotes que sean "predicadores callejeros"

El Papa Francisco
VATICAN MEDIA - Archivo

ROMA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha pedido a los sacerdotes que sean "predicadores callejeros" al recordar que Jesús "habría podido perfectamente ser un escriba o un doctor de la ley, pero quiso ser un evangelizador" y "alguien cercano a su pueblo".

Francisco ha hecho estas reflexiones al celebrar la misa Crismal este jueves santo con los sacerdotes de la diócesis de Roma en la Basílica de San Pedro, una ceremonia que marca el primer día del Triduo Pascual, cuando los cristianos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, y que constituye el momento central de la Semana Santa.

Durante la celebración el Papa ha bendecido el aceite que será utilizado durante el año para la administración de los sacramentos y durante la homilía ha reflexionado sobre la figura del sacerdote.

Para el pontífice argentino los curas deben ser cercanos e involucrar a las personas. De esta manera ha recordado que Jesús llevaba "treinta años de vida oculta" y después "comenzó a predicar". "Es la pedagogía de la encarnación, de la inculturación; no solo en las culturas lejanas, también en la propia parroquia, en la nueva cultura de los jóvenes...", ha dicho.

Así ha destacado: "Cuando la gente dice de un sacerdote que "es cercano" suele resaltar dos cosas: la primera es que "siempre está" (contra el que "nunca está": "Ya sé, padre, que usted está muy ocupado", suelen decir). Y otra es que sabe encontrar una palabra para cada uno. "Habla con todos", dice la gente: con los grandes, los chicos, los pobres, con los que no creen... Curas cercanos, que están, que hablan con todos... Curas callejeros".

Bajo esta óptica, ha indicado que "la cercanía es la clave del evangelizador porque es una actitud clave en el Evangelio". Y ha añadido: "Nos falta incorporar más el hecho de que la cercanía es también la clave de la verdad, porque la verdad no es solo la definición que hace nombrar las situaciones y las cosas a distancia de concepto y de razonamiento lógico. No es solo eso. La verdad es también fidelidad ("emeth"), esa que te hace nombrar a las personas con su nombre propio, como las nombra el Señor, antes de ponerles una categoría o definir 'su situación'".

Por ello, ha advertido sobre la tentación de "hacer ídolos con algunas verdades abstractas". "Son ídolos cómodos que están a mano, que dan cierto prestigio y poder y son difíciles de discernir. Porque la "verdad-ídolo" se mimetiza, usa las palabras evangélicas como un vestido, pero no deja que le toquen el corazón. Y, lo que es mucho peor, aleja a la gente simple de la cercanía sanadora de la Palabra y de los sacramentos de Jesús", ha reseñado.

Y entonces ha sugerido dirigirse a la Virgen María, que ha denominado como "madre de los sacerdotes". "La podemos invocar como 'Nuestra Señora de la Cercanía', tratando de estar allí donde se cocinan las cosas importantes, las de cada corazón, las de cada familia, las de cada cultura", ha destacado.

Asimismo, el Papa ha propuesto tres ámbitos de cercanía sacerdotal: el del acompañamiento espiritual, el de la confesión y el de la predicación. El primero tiene como ícono a la Samaritana, pues "el Señor le enseña a discernir primero cómo adorar, en Espíritu y en verdad; luego, con delicadeza, la ayuda a poner nombre a su pecado y, por fin, se deja contagiar por su espíritu misionero y va con ella a evangelizar a su pueblo".

Para el pontífice la cercanía en la confesión tiene como icono a la mujer adúltera: "Allí se ve claro cómo la cercanía lo es todo porque las verdades de Jesús siempre acercan y se dicen (se pueden decir siempre) cara a cara. Mirando al otro a los ojos -como el Señor cuando se puso de pie después de haber estado de rodillas junto a la adúltera que querían apedrear, y puede decir: 'Yo tampoco te condeno'-, no es ir contra la ley".

Finalmente ha hablado de la homilía como "la piedra de toque" para evaluar la cercanía y capacidad de encuentro de un Pastor con su pueblo. "Ahí se ve lo cerca que se está de Dios en la oración y del pueblo en su vida cotidiana", ha concluido.