Publicado 18/06/2019 11:06

Una pareja brasileña mata a su hijo, tras amputarle el pene, porque querían que fuera una niña

Una pareja de lesbianas brasileñas matan a su hijo, tras amputarle el pene, porque querían que fuera una niña
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   BRASILIA, 18 Jun. (Notimérica) -

   Una pareja formada por dos mujeres brasileñas ha sido detenida por el asesinato de su hijo de nueve años porque, según confesaron, querían que fuese una niña. Este terrible suceso se produjo en Samambaia, Brasil, y las autoras fueron identificadas como Rosana Cndido, de 27 años y madre del menor, y Kacyla Pessoa, de 28 años.

   Esta no fue la primera vez que la pareja atacó al pequeño Rhuan Silva. Hace un año, la madre del menor y su pareja le amputaron el pene "para que fuera una chica", siguiendo las instrucciones de un vídeo de Internet.

   Además, según apuntan las autoridades, le vestían con ropa de niña y le dejaban el pelo largo, algo a lo que el pequeño se resistía, por lo que decidieron acabar con su vida.

   Silva fue apuñalado unas 12 veces en el pecho mientras dormía y posteriormente fue decapitado. Más tarde, la pareja quemó parte del cadáver en una barbacoa, otra parte del cuerpo del pequeño fue arrojado a una alcantarilla metido en una maleta, una tercera parte enterrado en un descampado cercano a su residencia y el resto fue escondido en dos mochilas en el interior de su vivienda. Unos jóvenes que vieron cómo trataban de ocultar el cuerpo avisaron a la policía de una actitud sospechosa, por lo que las autoridades procedieron a iniciar una investigación.

   Cuando fueron arrestadas, reconocieron el crimen y afirmaron que el niño era una carga para su relación de pareja. La madre llegó a asegurar que sentía "odio" por el pequeño porque le recordaba a su padre, que supuestamente la había maltratado en el pasado, según informó el diario local 'Correo Braziliense'.

   Ambas mujeres están acusadas de los delitos de homicidio, tortura, ocultación de cadáver, lesiones corporales y fraude procesal. Se enfrentan a una posible pena de prisión de hasta 57 años, según comunicó la policía brasileña.