CIUDAD DE MÉXICO, 2 Nov. (Notimérica) -
Los habitantes de Pomuch, una zona maya situada en el norte del Estado de Campeche (México), tienen como costumbre exhumar a sus muertos y limpiar sus huesos antes del Día de los Muertos para celebrar su memoria.
De esta manera, cada año, antes del 1 de noviembre, los habitantes de Pomuch sacan los huesos de los osarios --recipientes donde se guardan huesos humanos-- y los colocan sobre una manta blanca bordado el nombre de ese familiar fallecido y un mensaje especial. En la ofrenda, los familiares colocan velas, fotografías, flores, incienso, agua, sal, ropa y bebidas que le gustaban al fallecido.
La razón de este ritual llamado Hanal Pixán (Comida de las Almas), una tradición de la cultura maya por la que se cree que los difuntos regresarán a vivir con sus seres queridos aún con vida. Los mayas no creen que la muerte sea el fin de la existencia, sino un una transición y por ende, tanto los vivos como los muertos podrán traspasar ambos mundos en cualquier momento.
Además, otra de las costumbres de esta misma localidad es el llamado 'Paseo de las Ánimas', una procesión en la que los vecinos recorren el municipio iluminado con velas para que las almas de sus familiares lleguen a sus casas.