LIMA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una madre peruana ha conseguido, tras un año de pleitos, que le entreguen el embrión que perdió a las 14 semanas de gestación, cuando pesaba sólo 180 gramos, y que no le había sido dado ya que la normativa para el manejo de los fallecidos sólo considera como tales a los embriones a partir de los 500 gramos de peso.
Según la agencia peruana de noticias Andina, el hospital Edgardo Rebagliati Martins atendió a la joven madre en agosto del pasado año 2012, quien presentaba un embarazo gemelar.
Los médicos recibieron un bebé en buen estado de salud, mientras el otro, con tan solo 13 a 14 semanas de gestación y con un peso de 180 gramos, nació muerto, por lo que fue derivado al Departamento de Anatomía Patológica de dicho centro hospitalario.
El feto ha permanecido desde entonces en dicha institución, ya que en el año 2001, el Ministerio de Salud peruano emitió una normativa para el manejo de los fallecidos, considerando como tales a los embriones a partir de los 500 gramos de peso.
La madre demandó judicialmente a las autoridades y al personal que resulte responsable en dicho nosocomio por no haberle entregado a su hija para darle sepultura.
Finalmente y en cumplimiento del hábeas corpus emitido por el 26 Juzgado Penal de Lima, personal de EsSalud entregó este pasado viernes, 11 de octubre, a Faride Quintana Morales, el cuerpo de su bebé para darle cristiana sepultura.
El acto de entrega se realizó en presencia de la madre, sus familiares, su representante legal, así como funcionarios de la Seguridad Social.
En un comunicado, Seguro Social de Salud (EsSalud), destacó que el mandato judicial a favor de Quintana Morales ha permitido a esta entidad "proceder en concordancia con los valores y principios de humanización que reconocen y respetan al ser humano como tal, desde su concepción, en el seno de la familia y la sociedad".
Tan sólo un día antes, la presidenta ejecutiva de EsSalud, Virginia Baffigo, había dispuesto la revisión de la norma vigente referida a la muerte en el vientre materno, dado que, según indicó, el derecho a la vida está consagrado en la Constitución peruana y "corresponde ser consecuentes con ello, actualizando las leyes de menor jerarquía".