LIMA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Survival ha acusado al Gobierno de Ollanta Humala de no haber hecho "prácticamente nada para garantizar la supervivencia de los pueblos indígenas", y de ignorar las nuevas directrices de Naciones Unidas para preservar a los nativos que viven aislados, al permitir que el proyecto de explotación de gas más grande del país se expanda en la Amazonia.
La ONU ha dicho que las tierras de los pueblos indígenas no contactados tendrían que ser intocables y que "no deberán otorgarse derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales", señala un comunicado de Survival.
"Este importante informe de la ONU por fin reconoce los derechos de los indígenas aislados. Perú debe leerlo y respetar a aquellos que desean que se los deje en paz, antes de que pueblos enteros desaparezcan para siempre", ha sostenido el director de Survival International, Stephen Corry.
En Perú se construye actualmente la segunda fase del gasoducto de Camisea, en la selva amazónica, lo que preocupa a ambientalistas y organizaciones de la sociedad civil, pues atraviesa el territorio indígena en el sureste del país.
Camisea, inaugurado en 2004, es operado por Transportadora de Gas del Perú (TGP), un consorcio que incluye a la española Repsol y a la estadounidense Hunt Oil. "Ambas han sido acusadas de violar los derechos de los pueblos indígenas", advierte el comunicado.
Survival recuerda que la exploración de gas y crudo en Perú ha tenido "consecuencias desastrosas" al pertubar a los indígenas aislados, como lo sucedido en los años ochenta, cuando la petrolera Shell abrió caminos hasta el interior del territorio de los indígenas nahuas no contactados. "Las enfermedades pronto acabaron con la mitad de este pueblo", dice el comunicado.
Un superviviente nahua que vive cerca del proyecto ha manifestado su desacuerdo con la obra y ha mencionado que los pescados que suelen consumir se han extinguido como consecuencia de los trabajos.