BUENOS AIRES, 1 Feb. (Notimérica) -
Un agente de policía argentino de 28 años acudió ebrio a la casa de su exnovia de 26 en busca de sexo. El policía se acercó a la habitación donde dormían madre e hija juntas, la madre se negó a mantener relaciones con él y acabó abusando de su hija.
Al parecer el padre de la pequeña tenía las llaves donde residían la niña y su exnovia. En estado de ebriedad entró a la casa y fue directo a la habitación de la madre donde descansaba junto a la menor. El policía se recostó al lado de su exnovia y comenzó a besarla.
Ella se negó a hacer nada y le pidió que se fuera de su domicilio pero el policía comenzó a manosear las partes íntimas de la joven madre pretendiendo obligarla a mantener relaciones sexuales con él.
La víctima se negó rotundamente y empezó a forcejear con el policía. En ese instante se percató de que su hija estaba en la cama, quien encendió la luz y lo saludó dándole un abrazo. El policía aprovechó el acto de cariño de la niña para tocarle el culo y sus partes íntimas.
Según recoge el diario 'Los Primeros', la exnovia del policía al darse cuenta de lo que estaba pasando le gritó. Este quedó inmóvil ante tal grito y después se marchó huyendo del domicilio.
Ante los hechos acontecidos, la mujer decidió poner una denuncia penal contra el policía. A pesar de que el hombre todavía se encuentra en libertad los hechos se están investigando.