Actualizado 08/06/2018 20:57

El posconflicto en Colombia ha reducido la violencia, pero tiene problemas en sus proyectos de reincorporación

Proceso de paz Colombia
TWITTER - Archivo

   BOGOTÁ, 8 Jun. (Notimérica) -

   El posconflicto en Colombia ha reducido la violencia, pero tiene problemas en sus proyectos de reincorporación. Así lo cuenta el informe 'Cómo va la paz', publicado este miércoles y elaborado por la Fundación Paz y Reconciliación y la Iniciativa Unión Por la Paz. El documento divide el tránsito al posconflicto en dos etapas: una referente al conflicto armado y otra a la transición.

   La primera de estas etapas ha sido superada y su mayor triunfo es la reducción de los indicadores de violencia. La cifra de desplazados ha disminuido de 272.000 en 2012 a 75.000 en 2017 y los afectados por minas antipersona bajaron de 1.200 a 56 en los últimos 11 años. Además, 2017 registró la cifra de secuestros más baja de los últimos 30 años: mientras en los últimos años de la década de los 90 se registraron más de 3.000, el año pasado solo hubo 180.

    Sin embargo, hay un inconveniente: mientras los homicidios han disminuido en la mayoría de territorios del país, han aumentado en las zonas donde antes operaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los grupos criminales se acumulan en 78 municipios y la violencia se ha incrementado en 55 de ellos.

   Este aumento se debe en parte a que en estos territorios las FARC ejercía un gobierno paralelo que administraba justicia, pero tras su retirada se ha producido lo que se denomina anarquía criminal. Además, parte de esas zonas de gran presencia criminal son cinturones de economías ilegales.

ETAPA DE LA TRANSICIÓN

   La etapa de transición muestra menos signos de éxito que la etapa del conflicto armado. Para empezar, se registran dificultades durante el proceso de reincorporación de excombatientes en sus cuatro pilares; jurídico, socioeconómico, seguridad y político. Por ejemplo, solo hay un proyecto productivo aprobado para excombatientes.

   Además, han aumentado los asesinatos contra líderes sociales. Entre 2012 y 2017 la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes disminuyó diez puntos, pero los asesinatos a estas personas en concreto aumentaron de 69 a 102.

EXCOMBATIENTES

   Como parte de sus conclusiones finales, a parte de los asesinatos a líderes sociales, el informe señala a los homicidios a excombatientes. A 15 de mayo de 2018 se habían contabilizado 43 homicidios contra integrantes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y 12 contra sus familiares.

   Añade que el proceso de reincorporación de estos excombatientes no acaba de despegar y que los territorios para su reincorporación no se terminan de adecuar. También apunta a limitaciones en los procesos de reintegración económica y a la incertidumbre financiera y presupuestaria en materia de estructura institucional para la implementación de los acuerdos