BUENOS AIRES, 20 May. (Notimérica) -
La masificación del turismo empieza a preocupar en la Antártida. El desarrollo del medio ambiente está "amenazado" ante la llegada sin control de visitantes, por lo que la regulación de dicha actividad se ha convertido en un "objetivo urgente" para el frío continente.
Es la principal conclusión que se ha deducido durante la reunión anual de los 53 países miembros del Tratado Antártico, que se ha celebrado esta semana en Buenos Aires (Argentina).
La embajadora francesa para los polos árticos y antárticos, Segolène Royal, ha asegurado que "la ausencias de reglas" sobre regulación de la actividad turística ha provocado que las agencias de viaje lleguen a proponer hasta "estadías sobre barcos, a veces equiparados con helicópteros o submarinos".
Durante la pasada temporada (2016/17), la Antártida recibió a unos 44.000 turistas frente a los 9.000 que la visitaron en 1995. "No se trata de prohibir el turismo, sino de dominar cualitativa y cuantitativamente la población turística para que respete el protocolo sobre la protección del medio ambiente", ha explicado Royal, quien avisa que la masificación es "peligrosa" para los ecosistemas.
Por otra parte, el Tratado Antártico quiere "estimular" la cooperación científica entre los países para que se implanten más de cien bases científicas en el continente antártico.