Publicado 12/11/2025 16:01

Primer avistamiento confirmado de una explosión gigante en una estrella cercana

Avistamiento de una explosión gigante en una estrella cercana
Avistamiento de una explosión gigante en una estrella cercana - ESA

MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Astrónomos que utilizan el observatorio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea y el telescopio LOFAR han detectado de forma concluyente una explosión de material expulsado al espacio por otra estrella.

Se trata una explosión lo suficientemente potente como para despojar de su atmósfera a cualquier planeta desafortunado que se encuentre en su trayectoria, según ha informado la ESA.

El estallido fue una eyección de masa coronal (EMC), erupciones que se suelen observar provenientes del Sol. Durante una EMC, enormes cantidades de material son expulsadas de nuestra estrella, inundando el espacio circundante. Estas espectaculares expulsiones dan forma e impulsan el clima espacial, como las deslumbrantes auroras que se ven en la Tierra, y pueden erosionar las atmósferas de los planetas cercanos.

Pero si bien las eyecciones de masa coronal (CME) son comunes en el Sol, no se había detectado ninguna de manera convincente en otra estrella, hasta ahora.

"Durante décadas, los astrónomos han intentado detectar una eyección de masa coronal (EMC) en otra estrella", afirma Joe Callingham, del Instituto Neerlandés de Radioastronomía (ASTRON), autor de la nueva investigación publicada en Nature.

Hallazgos anteriores habían sugerido su existencia o insinuado su presencia, pero no habían confirmado definitivamente que material hubiera escapado al espacio. "Ahora, por primera vez, lo hemos logrado", ha celebrado.

Cuando una eyección de masa coronal (EMC) viaja a través de las capas de una estrella hacia el espacio interplanetario, produce una onda de choque y una ráfaga de ondas de radio (un tipo de luz). Esta breve e intensa señal de radio fue detectada por Joe Callingham y sus compañeros, quienes determinaron que provenía de una estrella situada a unos 40 años luz de distancia (un poco menos de 15 veces el diámetro del Sistema Solar, una distancia considerable según los estándares cósmicos).

"Este tipo de señal de radio no existiría a menos que la materia hubiera salido por completo de la burbuja de potente magnetismo de la estrella. En otras palabras: es causada por una EMC", ha añadido el astrónomo.

UN PELIGRO PARA CUALQUIER PLANETA

La estrella que expulsa materia es una enana roja, un tipo de estrella mucho más tenue, fría y pequeña que el Sol. No se parece en nada a nuestra estrella: tiene aproximadamente la mitad de la masa, gira 20 veces más rápido y su campo magnético es 300 veces más potente. La mayoría de los planetas conocidos de la Vía Láctea orbitan este tipo de estrella.

La señal de radio se detectó con el radiotelescopio LOFAR (Low Frequency Array) gracias a nuevos métodos de procesamiento de datos desarrollados por los coautores Cyril Tasse y Philippe Zarka en el Observatorio de París-PSL.

Posteriormente, el equipo utilizó el observatorio XMM-Newton de la ESA para determinar la temperatura, la rotación y el brillo de la estrella en rayos X. Esto fue fundamental para interpretar la señal de radio y comprender lo que ocurría.

"Necesitábamos la sensibilidad y la frecuencia de LOFAR para detectar las ondas de radio", afirma el coautor David Konijn, destacando que, sin XMM-Newton, no habrían podido determinar el movimiento de la CME ni contextualizarla en el sistema solar, ambos aspectos "cruciales" para demostrar los hallazgos.

Los investigadores determinaron que la eyección de masa coronal (EMC) se desplazaba a una velocidad vertiginosa de 2400 km por segundo, una velocidad que solo se observa en 1 de cada 20 EMC que ocurren en el Sol. La eyección fue lo suficientemente rápida y densa como para despojar por completo las atmósferas de cualquier planeta que orbitara cerca de la estrella.

EN BUSCA DE LA VIDA

La capacidad de las eyecciones de masa coronal (EMC) para despojar a los planetas de su atmósfera es un descubrimiento fascinante para la búsqueda de vida alrededor de otras estrellas.

La habitabilidad de un planeta para la vida, tal como la conocemos, está definida por su distancia a su estrella madre: si se encuentra o no dentro de la 'zona habitable' de la estrella, una región donde puede existir agua líquida en la superficie de planetas con atmósferas adecuadas.

Se trata de una situación ideal: demasiado cerca de la estrella es demasiado caliente, demasiado lejos es demasiado frío y una distancia intermedia es la adecuada. Pero ¿qué ocurre si esa estrella es especialmente activa, expulsando regularmente peligrosas erupciones de material y provocando violentas tormentas?.

Un planeta bombardeado regularmente por potentes eyecciones de masa coronal puede perder su atmósfera por completo, dejando tras de sí una roca estéril: un mundo inhabitable, a pesar de que su órbita sea la adecuada.

"Este trabajo abre una nueva frontera de observación para el estudio y la comprensión de las erupciones y el clima espacial alrededor de otras estrellas", añade Henrik Eklund, investigador de la ESA en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (ESTEC) en Noordwijk, Países Bajos.

El hallazgo también contribuye a la comprensión del clima espacial, un tema que ha sido durante mucho tiempo un foco de atención para las misiones de la ESA y que actualmente se está explorando con SOHO, las misiones Proba, Swarm y Solar Orbiter.

Mientras tanto, XMM-Newton es uno de los principales exploradores del universo caliente y extremo. Lanzado en 1999, este telescopio espacial ha observado los núcleos de las galaxias, estudiado las estrellas para comprender su evolución, investigado los alrededores de los agujeros negros y detectado intensos estallidos de radiación energética provenientes de estrellas y galaxias distantes.

"XMM-Newton nos está ayudando a descubrir cómo varían las eyecciones de masa coronal (EMC) según la estrella, algo que no solo es interesante para nuestro estudio de las estrellas y nuestro Sol, sino también para nuestra búsqueda de mundos habitables alrededor de otras estrellas", afirma Erik Kuulkers, científico del proyecto XMM-Newton de la ESA.

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