MÉXICO DF, 22 Mar. (Notimex/Notimérica) -
Recorren los lugares más recónditos del país realizando una labor pesada, para algunos ciudadanos, y necesaria a nivel nacional e internacional extrayendo la información para descubrir cuántos y cómo son los mexicanos, sortean las inclemencias climatológicas, desastres naturales o situaciones de inseguridad, porque los números del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) tienen un rostro humano.
La plantilla de INEGI, entre el personal fijo y eventual, suma 65.000 trabajadores de los que el 75 por ciento de ellos son mujeres, pues la habilidad de la 'femme' le permite "entablar conversaciones con mayor facilidad tanto para pasar los exámenes -requisito del organismo- como para ser aceptada en los hogares y realizar la ardua tarea de preguntar y preguntar", ha asegurado en entrevista exclusiva a Notimex el director general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI, Miguel Juan Cervera Flores.
El perfil de los entrevistadores varía de acuerdo al tipo de encuesta a realizar aunque, sin que sea una normativa, la plantilla se compone en su mayoría de jóvenes con un nivel de escolaridad básico, muchos de ellos son licenciados, e inclusive están quienes cuentan con algún doctorado.
Con un salario mensual de 8.000 pesos (530 dólares), más las prestaciones que reciben por ley, los entrevistadores siempre han de caminar correctamente identificados, recorriendo lugares a pie o con el apoyo del transporte, para visitar millones de viviendas, a las cuales deben regresar numerosas veces hasta que logren contactar con los residentes, vistiendo siempre con uniforme y gorra, chaleco y mochila, mostrando el credencial y la fotografía junto al logotipo, bien visible en cada prenda, de INEGI.
COMPLEJIDAD DEL TRABAJO DE CAMPO: FRENTE A ANIMALES E INSEGURIDAD
Los encuestadores manejan todos los días diversas situaciones en el trabajo de campo, desde ataques de perros, torceduras de tobillos, inclemencias del tiempo, lugares de difícil acceso y algunas malas caras, hasta desastres naturales y condiciones de inseguridad.
Ejemplo de la complejidad, este 10 de marzo fueron hallados muertos dos entrevistadores del INEGI incorporados temporalmente para la Encuesta Intercensal 2015 en el Municipio de Urique, estado de Chihuahua, donde se había denunciado las desapariciones.
Miguel Juan Cerveza Flores ha explicado que hay zonas del país especialmente complicadas en materia de seguridad, previamente ya identificadas por el organismo, donde deben adentrarse a horas determinadas y, preferentemente, en grupos.
"En algunos casos de levantamiento censales en zonas particulares, hemos pedido el apoyo de las autoridades locales para proteger a los muchachos y que puedan llevar a cabo su trabajo de forma tranquila".
La normativa del Instituto establece que terminantemente queda prohibido llevar a cabo una entrevista que ponga en riesgo la vida del encuestador y aunque establece los mecanismos adecuados para realizar su labor, si esto no es posible, en los cuestionarios debe escribirse "no respuesta" y las razones que lo motivan.
Pese a que puedan transcurrir circunstancias adversas en el trabajo de campo, Cervera Flores ha destacado que el INEGI "tiene buen cartel" y la mayoría de los hogares mexicanos abren las puertas de sus hogares.
"La gente los recibe con mucha cordialidad y dan la bienvenida a los muchachos. A menudo les ofrecen naranjas o lo que tengan a mano y, dependiendo de la zona, los 'apapachan' mucho", ha añadido al afirmar que el trabajo de campo de los encuestados del INEGI es de los mejores del mundo.
El director subraya así el carácter humano del INEGI y la "simbiosis interesante" entre los entrevistadores y entrevistados respecto a otros países, con sistemas de información más avanzados, que desestiman el contacto humano.
EJEMPLO PRÁCTICO DE LA PRÓXIMA ENCUESTA DEL INEGI
"Normalmente cuando realizamos un censo es la única ocasión en que el sector público tienen contacto con cada una de las viviendas del país, inclusive con el gobernador o el presidente municipal, el contacto es directo con cada uno de los ciudadanos", ha señalado.
Los entrevistadores del INEGI pasan por un proceso de selección, capacitación y evaluación, y una vez aprobados, son contratados para sumarse al levantamiento de los operativos censales.
En el proceso de generación estadística todas las etapas son fundamentales, desde la planeación y diseño del proyecto, hasta el levantamiento, procesamiento y difusión de la información.
En la Encuesta Intercensal 2015 que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) está realizando del 3 al 27 de marzo para actualizar las estadísticas sociodemográficas del país, casi 42.000 entrevistadores están visitando 6,1 millones de viviendas habitadas.
En el caso de municipios con menos de 1.300 viviendas habitadas en 2010, así como aquellos que sobrepasan este número y que tienen una población vulnerable, serán todos visitados en su totalidad.
La información se obtendrá a través de un cuestionario impreso que se aplicará a un informante adecuado por cada vivienda encuestada. Para lograr la entrevista, se realizarán hasta tres visitas a las viviendas habitadas en diferentes horarios, o bien, en distinto día, según se requiera.
RECOMENDACIONES E INVITACIONES DEL DIRECTOR DE INEGI
El director Miguel Juan Cervera Flores ha invitado a la población a colaborar con sus respuestas en la Encuesta Intercensal 2015 que se está levantando para actualizar las estadísticas sociodemográficas en el periodo comprendido entre los censos de 2010 y 2020, y cuyo costo es de 2.400 millones de pesos (160.000 dólares).
Ha recomendado verificar que los entrevistadores lleven puesto su uniforme y credencial del Instituto y, ante cualquier duda, que los entrevistados llamen al teléfono gratuito 01 800 111 46 34 y, para corroborar la veracidad de la identificación de los entrevistadores, aconseja acceder a la base de datos el sitio www.inegi.org.mx y, en caso de dudas, "que no abran sus puertas, para nada queremos causar conflicto".
Cervera Flores ha agradecido la colaboración ciudadana destacando el "bajísimo" porcentaje de "no respuesta" en las distintas encuestas que realiza el INEGI. Y concluido con la alegría del pasado Censo de 2010 con sólo un 3 por ciento de no participación, donde lograron "uno de los mejores levantamientos, a pesar del contexto de inseguridad".