BUENOS AIRES, 19 Dic. (Notimérica) -
En las últimas semanas la posible aprobación, ya llevada a cabo, de la reforma previsional de Argentina ha motivado la polémica y ha provocado múltiples manifestaciones y concentraciones sociales que han dejado como resultado cientos de heridos y varias personas detenidas.
El presidente argentino, Mauricio Macri, ha proyectado con la reforma un método para llevar a cabo una serie de modificaciones a los cálculos de haberes de las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales. Los cambios generarán diferentes consecuencias en los ingresos de los jubilados argentinos, dependiendo de sus contribuciones estatales entre otras cosas.
El cálculo que se lleva a cabo para la asignación de dichas prestaciones, y que cambiará en el momento en el que se comience a aplicar la medida, toma en cuenta el 50 por ciento de la variación de la recaudación tributaria de Anses por beneficio y el 50 por ciento del cambio de los salarios, aplicándose en los meses de marzo y septiembre de cada año.
La nueva fórmula --que se aplicaría en marzo, junio, septiembre y diciembre-- se calculará con una combinación del 70 por ciento de la inflación y el 30 por ciento del aumento salarial de los trabajadores del sector formal. Así, se pretende que los aumentos se relacionen con la inflación y no con la recaudación, añadiendo un plus dependiente del crecimiento de la economía.
Además, a diferencia del método anterior, en lugar realizarse los ajustes semestrales, las recomposiciones serán trimestrales, algo que provocará que las actualizaciones tengan siempre un semestre de atraso y no habrá factor de empalme. Así, el ajuste del tercer mes de 2018 responderá a lo ocurrido con la inflación y los salarios, y las variaciones del cuatro trimestre serán la base para la compensación del mes de junio.
Tal y como recoge el diario digital 'Infobae', el nuevo ajuste no evitará fallos técnicas y podría generar juicios de los jubilados al Estado nacional en el futuro. "El punto con mayor controversia es, sin duda, el referido a la movilidad jubilatoria y quien conoce el sistema previsional argentino sabe que la llamada reforma previsional no es más que un conjunto de modificaciones al actual sistema", manifestaba al citado medio el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.
Y es que el cambio en la fórmula no resuelve el reparto que debería garantizar el 82 por ciento móvil a todos los jubilados que reciben la pensión mínima, pues el sistema nacional no cuenta con los fondos suficientes para hacer frente a ese gasto.