Denuncia que el hambre sigue siendo un "arma de guerra" y pide "ayudar a quien tiene las cosas más difíciles"
MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Reina Letizia ha recuperado ante la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante la ceremonia oficial del Día Mundial de la Alimentación, palabras del último discurso que Felipe VI pronunció el pasado mes de septiembre ante la ONU, donde argumentó "la dignidad del ser humano no es negociable".
"Dijo el Rey de España en la reciente Asamblea General de Naciones Unidas que la dignidad del ser humano no es negociable", ha asegurado la Reina en el acto, celebrado en Roma. "Y sólo si ponemos en el centro de las políticas alimentarias los derechos de las personas respetaremos esa dignidad", ha añadido Letizia.
El pasado 24 de septiembre, Felipe VI defendió en la ONU la vigencia de Naciones Unidas y el multilateralismo frente a quienes proclaman su "ineficiencia". Creer en la ONU, argumentó, "es creer con firmeza en la universalidad de los principios y valores recogidos en su Carta y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; es eludir la tentación de modularlos con particularismos, con relativismos, con excepciones". Y añadió: "la dignidad del ser humano no es negociable". En otro momento de esa intervención, el monarca imploró a Israel que detuviese la "masacre" en Gaza: "No más muertes en nombre de un pueblo que ha sufrido tanto".
En esta ocasión, la Reina ha pedido que, "en tiempos de desconfianza, quizá sería interesante que quien tenga una idea mejor que seguir trabajando en la cooperación multilateral para que todas las personas se alimenten adecuadamente, pudiera venir aquí y contárnosla".
TAMBIÉN CITA A LEÓN XIV
"Mientras tanto, sigamos empeñados, con la mejor voluntad y efectividad, en cooperar, en asistir, en preocuparnos y actuar para ayudar a quien tiene las cosas más difíciles", ha precisado Letizia, que también ha citado las palabras pronunciadas en la ceremonia por el Papa León XIV, con quien ha coincidido, instando a considerar "el sufrimiento ajeno como algo propio".
El acto de este jueves ha sido organizado por el Día Mundial de la Alimentación por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma y ha coincidido con el 80 aniversario de la institución.
Recibida por el director general de la FAO, Qu Dongyu, la Reina --que es Embajadora Especial para la Nutrición de la FAO-- ha defendido en el inicio de su discurso que este día es "de celebración, pero también de renovación de compromisos", al tiempo que ha agradecido "a todas las personas que durante 80 años han logrado que, pese a las dificultades y problemas que nadie ignora, la FAO siga teniendo autoridad técnica y legitimidad política".
En este punto, ha pedido "tratar de seguir haciendo lo posible para mejorar la situación de 700 millones de personas (que no tienen alimento alguno) y de casi 3.000 millones (que no se pueden permitir una alimentación saludable)".
Letizia ha lamentado que la situación actual sea compleja, "con revisiones constantes de principios que creíamos inalterables desde la época en la que se fundó el Sistema de Naciones Unidas". "Principios como el multilateralismo, la cooperación al desarrollo, la necesidad de vincular financiación con justicia social, la consideración del derecho a la alimentación como un derecho inalienable. Una alimentación, claro, adecuada, suficiente, sostenible y saludable (con la reducción del consumo de productos ultra procesados, como recomienda la OMS)", ha apostillado.
"RAZONES PARA LA DESESPERANZA"
La Reina también ha enumerado "algunas razones para la desesperanza" que señalan tanto FAO como otras agencias de Naciones Unidas y ha denunciado que "el hambre sigue siendo hoy una herida abierta y un arma de guerra en muchos lugares", además de lamentar que "desde algunos sectores de la sociedad civil se denuncia la concentración corporativa de los sistemas alimentarios" y que un tercio de la producción mundial de alimentos "termina en la basura".
"Las sequías, inundaciones, la desertización y otros fenómenos extremos consecuencia del cambio climático afectan en mayor medida a los que menos tienen (que acaban siempre sufriendo más)", ha proseguido la Reina, que ha añadido que "quienes son la columna vertebral de la agricultura familiar, el cuidado de los hijos y la gestión alimentaria de los hogares (esto es, las mujeres) continúan enfrentándose a la desigualdad de acceso a los recursos, al crédito, a la tecnología y a la educación en muchas áreas".
Por todo ello, ha lamentado que "las guerras prolongadas y las tensiones geopolíticas, las migraciones forzadas, la volatilidad de los precios, la pérdida de la biodiversidad ponen a prueba todos nuestros sistemas" aunque ha instado a "mantener la calma y recuperar la esperanza" para recordar lo que logrado en los 80 años de la FAO.
Al respecto, ha destacado que la institución cuenta con un "cuerpo técnico extraordinario y muy sólido, altamente cualificado y que mantiene el prestigio en los países donde trabaja sobre el terreno", sin olvidar que España "se siente muy vinculada a la historia de la FAO con un compromiso inquebrantable", al promover el derecho a la alimentación adecuada, fortalecer el trabajo con los parlamentos (sobre todo en América Latina), construir sistemas alimentarios inclusivos, respaldar su acción con pueblos indígenas y comunidades rurales, o poner a disposición especialistas y conocimiento técnico donde ha sido necesario, entre otras acciones.
El acto de la FAO lleva por lema este año 'Mano de la mano por unos alimentos y un futuro mejores' y se basa en cientos de actos y actividades de divulgación en todo el mundo, que hacen un llamamiento a la acción durante todo este mes de octubre.