Actualizado 06/09/2017 15:45

Resuelven el enigma de las formas geométricas del Amazonas

Figuras
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   BRASILIA, 5 Sep. (Notimérica).-

   Las más de 300 enigmáticas figuras geométricas labradas en la tierra en el estado brasileño de Acre, que trajeron de cabeza a los científicos durante años, círculos ofrecidos por el hombre a los dioses, cuadrados para albergar pueblos y hexágonos para hacer rituales, fueron algunas de las hipótesis de algunos expertos. Sin embargo, esta simbología en su día fue un importante centro espiritual.

   Esta es la conclusión de un estudio realizado por la profesora de Estudios Indígenas de la Universidad de Helsinki, Pirjo Kristiina Virtanen, y la investigadora de la Universidad de Sao Sanna Saunaluoma, y publicado en 'American Anthropologist'.

   Su investigación revela que estos lugares, construidos entre el año 3.000 a.C. y 1.000 d.C, servían para que ciertos miembros de la comunidad se comunicasen con seres vivos de su entorno, como espíritus ancestrales, animales y cuerpos celestes a través de las formas geométricas, que muchas veces representaban patrones presentes en la naturaleza, como las motas negras de la piel de leopardo, indica el estudio.

   Estas formas geométricas tratan de detalladas zanjas o fosos de uno a cuatro metros de profundidad y unos 12 metros de ancho, reforzados en sus lados por la propia tierra de la excavación. Forman diferentes bajo relieves sobre un suelo arcilloso con diferentes diseños, desde los mas simples --rectas paralelas, cuadrados o rectángulos-- hasta otros un poco más complejos como círculos, pentágonos o en forma de U. Pueden medir hasta 300 metros cuadrados de superficie.

   

   

   A todos aquellos que formaban parte del ritual se les veía como expertos especializados en comunicarse con los seres vivos no humanos, revelan las autoras del estudio.

   "Los lugares eran importantes para los miembros de la comunidad en ciertas etapas de su vida y los patrones geométricos servían como 'puertas' o 'caminos' que les aportaban el conocimiento y la fuerza de los diferentes seres vivos del entorno".

   Las figuras están conectadas entre sí por lo que parecen ser caminos: dos líneas paralelas, más elevadas, como si estuvieran protegidos. Hasta hace pocos años la hipótesis inicial era que las construcciones, cuyos contornos están formados por zanjas continuas abiertas en el terreno, tenían funciones defensivas similares a las de un fuerte.

   Actualmente, la mayoría de las figuras geométricas se han localizado en Brasil en el Estado de Acre y, en menor medida, en los Estados del Amazonas y Rondonia en las áreas interfluviales. Las científicas creen que son muchas las figuras que todavía no han sido descubiertas, según informó 'Sputnik'.