Actualizado 31/05/2013 03:28

El Salvador.- La CoIDH insta a El Salvador a garantizar "de manera urgente" la salud de la joven embarazada

Le impiden abortar pese a que el feto no tiene cerebro y el riesgo de que ella muera en el parto es alto


MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) ha instado al Estado salvadoreño "a adoptar y garantizar, de manera urgente, todas las medidas que sean necesarias" para "evitar daños irreparables a los derechos a la vida, a la integridad personal y a la salud" de Beatriz, la joven salvadoreña a la que le ha sido denegado el amparo constitucional para abortar, a pesar de que el feto carece de cerebro y de que el riesgo de que ella muera en el parto es alto.

El alto tribunal ha emitido este jueves una resolución para imponer una serie de medidas provisionales, al amparo del artículo 63,2 de la Convención Americana y del artículo 27 de su reglamento, a petición de la solicitud formulada en este sentido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (COIDH) ante la "inefectividad" de El Salvador.

Las medidas provisionales están destinadas a "que el grupo médico tratante de Beatriz pueda adoptar, sin interferencia alguna, las medidas médicas que considere oportunas y convenientes para asegurar la debida protección de los derechos consagrados en la Convención Americana y, de este modo, evitar daños irreparables a sus derechos a la vida, la integridad personal y la salud".

Además, ha ordenado a las autoridades salvadoreñas que le informen sobre las medidas adoptadas para garantizar los derechos de Beatriz "a más tardar el 7 de junio de 2013" y, a partir de ese momento, cada dos semanas.

La CoIDH se ha pronunciado después de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador denegara a Beatriz el amparo constitucional que había solicitado para someterse a un aborto terapéutico, a pesar de que la legislación salvadoreña lo prohíbe.

La joven, de 22 años, había demandado al director y al jefe del servicio de perinatología del Hospital Nacional de Maternidad, en el que está ingresada, por vulneración a sus derechos a la vida, a la integridad física y a la salud.

Sus abogados pretendían que el alto tribunal avalara una intervención médica para interrumpir la gestación, teniendo en cuenta que Beatriz padece lupus y otras complicaciones de salud que amenazan su vida y que el feto, al carecer de cerebro, no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir fuera del vientre materno.

Sin embargo, tres de los cinco magistrados de la Sala Constitucional de la CSJ han dictaminado que el personal médico no ha incurrido en ninguna omisión porque ha estado siguiendo constantemente el estado de salud de Beatriz.

Los magistrados han recordado que en El Salvador la Constitución prohíbe el aborto terapéutico, ya que otorga protección a la persona humana "desde el instante de la concepción". "Los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobres los del 'nasciturus', ni viceversa", han dicho.

ATENCIÓN MÉDICA

Así las cosas, los jueces han dado instrucciones a las autoridades sanitarias para que se siga de cerca el estado de salud de Beatriz y que se le brinde el tratamiento "que en cada momento resulte idóneo para su condición médica, así como implementar los procedimientos que, según la ciencia médica, se estimen indispensables para atender futuras complicaciones que se presenten".

Sin embargo, han reclamado a los médicos que atienden a la mujer "asumir los riesgos que conlleva el ejercicio de la profesión y decidir, al amparo de sus conocimientos científicos actualizados y del análisis de los registros, exámenes y del estado físico de la paciente, lo que clínicamente corresponda para garantizar la vida tanto de la madre como la del no nacido".

MATICES

Otro de los magistrados ha dado su visto bueno, aunque con algunos matices, a la decisión de desestimar el amparo de Beatriz. Así, ha advertido de que la Sala Constitucional no puede convertirse en un "tribunal de autorización de interrupciones de embarazos".

Asimismo, ha subrayado que los demandantes no han conseguido demostrar que Beatriz estuviera ante un riesgo inminente de muerte sino que, en su opinión, el riesgo para su vida es eventual y futuro.

Los médicos que atienden a Beatriz habían advertido ya el pasado 14 de abril de que era necesaria la interrupción del embarazo porque de lo contrario la madre podría fallecer por varios factores: una hemorragia obstétrica grave, el agravamiento del lupus o del fallo renal que padece, o una preeclampsia que se podía manifestar a través de una hemorragia cerebral o un tromboembolismo pulmonar.

Además, numerosas instituciones, tanto nacionales como extranjeras han solicitado la intervención del Estado salvadoreño en este caso, incluida la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, y la Comisión Nacional de Bioética, así como Amnistía Internacional y la CIDH.