Actualizado 09/02/2016 14:21

El Sambódromo de Río de Janeiro se llena de crítica social

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ESPECIAL
  

   RÍO DE JANEIRO, 9 Feb. (Notimex/Notimérica) -

   Brasil se llena de samba, colores, exuberancia y fantasía para celebrar una de las mayores fiestas, el Carnaval. Nada faltó en la primera jornada de desfiles del Sambódromo de Río de Janeiro, el pasado 7 de febrero, donde la crítica social se abrió paso en una celebración en la que, tradicionalmente, no se hace ninguna referencia a la política.

   Una de las escuelas de samba más famosas y aplaudidas, que compite por el triunfo este año, fue Mocidade, que basó su desfile en Don Quijote y sus enormes molinos que encarnaban a la corrupción, el racismo y la injusticia social que sufre el país sumido en una profunda crisis política y económica.

   Una de las mejores imágenes fue la de un enorme queso suizo "como las cuentas bancarias de Petrobras" explicó Mocidade cuyo queso roído por las ratas y por los dólares, que han salido por miles de millones de la estatal petrolera para cuentas de políticos, intermediarios y funcionarios implicados en la Operación Lava Jato.

   Carnaval Río de Janeiro

   Una de las mejores imágenes fue la de un enorme queso suizo "como las cuentas bancarias de Petrobras", roído por las ratas y por los dólares, que han salido por miles de millones de la petrolera brasileña para las cuentas de políticos, intermediarios y funcionarios implicados en la Operación Lava Jato.

   Bajo el título de 'El Brasil de la Mancha', el creador del desfile, el prestigioso 'carnavalesco', Alexandre Louzada explicó que "hemos hecho un desfile muy filosófico, recuperando la tradición de los años 70 y 80".

   "Aprovechando el 400 aniversario de la publicación de la segunda parte del Quijote, hemos tomado una temática muy política: un Don Quijote que confunde las torres de petróleo con los molinos, que se da cuenta de que el país es un gran queso suizo, que descubre la pobreza del noreste del país..." así describió Louzada el desfile.

   La parodia de Mocidade salió la penúltima, pasadas las dos de la madrugada del pasado domingo, la aparición de los inmensos carros con figuras enormes de Don Quijote y Sancho Panza aludiendo a los problemas cotidianos de los brasileños, se ganó una enorme ovación del público en el Sambódromo.

   Carnaval Río de Janeiro

   "Hemos abordado el caos en el sistema sanitario, la injusticia en el país, la prohibición de todo durante la dictadura... Nos remontamos a la esclavitud, que sólo ha acabado en las leyes, pero no en la realidad" afirma Louzada, cuyo tema también rindió homenaje a grandes de la literatura brasileña como Machado de Assis.

   Aunque la sátira está presente en el Carnaval callejero de todo Brasil, con referencias a los políticos y a los personajes públicos más controvertidos, los desfiles en el Sambódromo, donde las escuelas de samba compiten y trabajan durante un año, suelen evitar temas polémicos y abordan cuestiones más banales.

   "Para nosotros no era aceptable: si no hablamos de los problemas de la gente estamos formando parte de lo que está pasando", asevera el carnavalesco.

   Brasil está viviendo su peor recesión en décadas, además lleva instalado en una profunda crisis política, desde prácticamente la elección de la presidenta del país, Dilma Rousseff, quien podría enfrentar un juicio político en los próximos meses.

   A todo este panorama se suma la amenaza de la epidemia del virus Zika, extendida por todo el país, a pocos meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que ya se han visto afectados por retrasos en las obras, cortes en el presupuesto y críticas por la política en la gestión de la contaminación que afecta a la zona de Bahía Guanabara.