Actualizado 26/09/2015 08:59

Santiago Miralles: "Donde más a gusto me he sentido ha sido en América"

   MADRID, 26 Sep. (Notimérica) -

   El diplomático y escritor español Santiago Miralles Huete fue nombrado el pasado 24 de julio director general de la Casa de América, un consorcio público que lleva desde 1990 estrechando los lazos entre España y Latinoamérica y creando un entorno para el diálogo y el desarrollo cultural iberoamericano.

   Tras una larga carrera que le ha llevado por numerosos países de todo el mundo, entre los que se incluyen El Salvador, Alemania, Túnez y Países Bajos, Miralles, que reside ahora en Madrid, ha concedido una entrevista a Notimérica para hablar de su apasionante vida profesional.

   Licenciado en Derecho y Filosofía, comenzó su carrera diplomática en 1989, ocupando el puesto de segundo jefe en la Embajada de España en Seúl (Corea del Sur), tras lo cual pasaría a ser Cónsul General de España en Hannóver (Alemania).

   Los siguientes años de su carrera le llevaron a América Latina, donde ocupó la Segunda Jefatura de la Embajada de España en San Salvador (El Salvador), entre 1995 y 1997.

   Tras desempeñar varios cargos relacionados con el Gobierno de España, Miralles fue nombrado en 2012 Embajador de España en Maputo (Mozambique) y por último, se convirtió en director general de Casa América.

   Sin embargo, los países latinos no han formado parte únicamente de su vida profesional, también de la personal, tras publicar la novela 'La tierra ligera', ambientada en Centroamérica, que tuvo gran acogida en el subcontinente.

   Miralles nos habla de esto y de las ventajas e inconvenientes que trae consigo la carrera diplomática.

   Notimérica: Lleva cerca de dos meses en el puesto de director general de Casa América, ¿cómo definiría su experiencia?

   El Consejo Rector me nombró el 24 de julio, pero yo estaba entonces en Mozambique, llegué a España en agosto y hace aproximadamente un mes que estoy aquí.

   La experiencia es muy intensa, esto es una maquina en pleno funcionamiento, con un personal excelente y muy motivado. Las actividades también son muy variadas e interesantes.

   N: Durante los últimos años se ha producido cierto giro económico en relación a los eventos que se realizan en Casa América, ¿cómo plantea usted la nueva temporada que se inicia en el consorcio?

   En el último período se ha hecho mucho hincapié en la promoción económica de los países iberoamericanos y también en una mayor colaboración con empresas que tengan un pie en América y otro en España.

   Queremos dar a conocer las potencialidades económicas de los países americanos y eso es una línea muy interesante, que ha defendido mucho el ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo.

   La gente que no conoce bien América se queda en el folclore o los aspectos culturales y no se da cuenta de que España es un gran inversor en América y que América tiene una potencialidad económica muy fuerte.

   N: ¿Hay algún evento o visita que nos pueda confirmar ya?

   Tenemos dentro de muy poco la semana de 'América nos une', que incluirá también un concierto y un ciclo de cine mexicano. La actividad es muy intensa, pronto vendrá también el escritor Jorge Edwards y el subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile.

   N: Ha podido desarrollar su carrera como diplomático en cuatro de los cinco continentes, ¿hay algún sitio dónde se haya sentido más a gusto?

   No es porque ahora esté en la Casa de América, pero dónde más a gusto me he sentido ha sido precisamente allí. Mi tercer destino fue El Salvador y la experiencia americana marca mucho.

   Yo hice grandes amigos en El Salvador y me sentí muy involucrado en su vida social, cosa que no ha ocurrido en otros países y he estado en muchos.

   Los españoles tenemos más facilidad para comunicarnos con los americanos, no solo en lingüística, también en la forma de ser.

   N: Retomando la cuestión de El Salvador, estuvo allí dos años, ¿qué impresión tuvo del país?

   Las maras son un problema muy grave, cuando yo estuve allí hace 17 o 18 años ya era un problema, que ahora se ha agudizado y extendido a otros países. Pero como siempre, las noticias que nos llegan son muy simplistas.

   El Salvador es un país de gran interés y con gran potencialidad económica, así como con una vida cultural muy atractiva, hay gente muy buena.

   La gente de El Salvador está sufriendo por este problema, pero es un aspecto que afecta a la vida cotidiana, que no puede ocultar muchas otras realidades del país.

   N: ¿Qué cuestiones positivas y negativas, si las hay, valoraría de su trabajo como diplomático?

   Yo creo que más que los viajes, lo que nos caracteriza es el cambiar de país con mucha frecuencia y creo que eso tiene un desgaste personal y familiar evidente. Cambiar de país cada tres o cuatro años puede ser muy duro, sobre todo para los niños o para tu cónyuge.

   Siempre es difícil adaptarse a las nuevas culturas y a una lengua diferente. La parte buena es que te abre perspectivas nuevas y no te quedas encasillado en un solo trabajo. Es un privilegio poder cambiar de ámbito profesional y personal pero, como todo, esto tiene luces y sombras.

   N: En relación a su pasión por la literatura, su primera novela, 'La tierra ligera' habla sobre Centroamérica, ¿puede explicar su interés por la región?

   Esta fue la primera novela que publiqué y no puedo decir si fue buena o mala, pero me ha dado muchas alegrías porque mucha gente la conoce, sobre todo, en El Salvador. Para mí ha sido una experiencia muy bonita.

   N: Tiene 9 libros publicados, 7 novelas y dos de diálogos, ¿de dónde proviene su pasión por la literatura?

   Es un vicio personal, como otro cualquiera, siempre me gustó leer y escribir. Yo creo que escribo para leer lo que me gusta, porque no suelo encontrar nada que me guste.

   Viene del placer de escribir y del deseo de contar historias. También tengo el vicio de haber escrito un libro de cada sitio en el que he estado.

   N: Con una carrera tan ocupada, ¿de dónde saca el tiempo para escribir?

   Ahora mismo no saco el tiempo, mis colaboradores no me dejan, pero escribo donde puedo y cuando puedo. Antes escribía en aviones o al llegar a casa, cuando uno no ve televisión, tiene mucho tiempo.

   N: Varias de sus novelas están relacionadas con la música, ¿tiene alguna conexión especial con este arte?

   En su día, estudié piano, pero en general me gusta la música como oyente, no como intérprete. Me parece que es una fuente de placer tan grande que decidí hacer este homenaje a algunos compositores.

   N: ¿Tiene algún proyecto en mente, algo que pueda adelantar?

   Sí, tengo un par de novelas ya terminadas que quiero empezar a mover. Una sobre Túnez y luego haré otra sobre Maputo. Por el momento, mi plan es quedarme en Madrid en los próximos años.