Actualizado 24/02/2018 08:42

La situación real de la migración venezolana en Colombia

Venezuelan migrants get off the trucks escorted by police officers before they c
REUTERS / CARLOS GARCIA RAWLINS

   BOGOTÁ, 24 Feb. (Notimérica) -

   En la relación Colombia-Venezuela, las tornas han cambiado. Tradicionalmente, Colombia ha sido un país de emigrantes, personas que huían del conflicto eterno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con quien hace poco más de un año el Gobierno del país ha firmado la paz. Venezuela acostumbraba a ser el receptor de esta migración, pero hace años que el proceso se ha invertido.

   La pacificación interna de Colombia --que se encuentra en tanteos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)-- hace del país un destino atractivo para los miles de personas que huyen de la crisis económica, social y política que asola Venezuela, una crisis marcada por una inflación galopante y la inseguridad en las calles.

   Las cifras aportadas sobre la diáspora venezolana, que encuentra en Colombia su principal destino, tras Estados Unidos y España, son escandalosas, sin embargo ¿hasta qué punto estos datos se corresponde con la realidad de la situación?

   Para contabilizar la migración venezolana hacia Colombia es necesario dividir esta en tres categorías: migración pendular, migración regular y migración en tránsito.

   El primero de estos tres conceptos, la migración pendular, se refiere a aquellos venezolanos que cada día o por breve espacio de tiempo cruza la frontera con el país vecino para adquirir bienes y, en menor medida, visitar allegados. Este tipo de migración se concentra en los estados fronterizos y necesita para cruzar una Tarjeta de Migración Fronteriza.

   Las cifras de migración pendular desvelan que unos 37.000 venezolanos entran al día en Colombia de esta forma y en torno a 35.000 lo abandonan, la mayor parte de las cuales lo hacen cruzando el Puente Internacional Simón Bolívar, en el departamento de Norte de Santander. En este paso migratorio se registras más de diez millones de movimientos de entrada y de salida al año.

   El segundo tipo de migración a tener en cuenta es la regular, aquella que cruza la frontera de Venezuela a Colombia con pasaporte, generalmente con el permiso de turista, un documento con tres meses de vigencia, el cual puede generar otro documento de las mismas características o visados y tarjetas de residencia, documentación de mayor duración.

   En este tipo de migración hay que tener en consideración aquella que cuenta con doble nacionalidad y a los emigrantes colombianos asentados en Venezuela desde hace décadas, de donde regresarían a su país.

   Por último, existe la migración en tránsito, aquella que cruza la frontera de Venezuela con Colombia pero no se establece en el país cafetero, si no que lo utiliza de 'trampolín' para nuevos destinos. En 2016 este tipo de migración de paso se componía de unos 32.000 venezolanos, mientras que en 2017 la cifra a ascendido a 231.000 personas.

   El total, según cifras de Migración Colombia, se estima que el país alberga a más de medio millón de venezolanos que se han establecido entre sus fronteras, unas cifra tres veces menor a la de colombianos que migraron a Venezuela en el momento más alto de la diáspora colombiana, según ha publicado 'Esglobal'.

   La forma más común en la que los venezolanos se asientan en el país vecino es la de entrar con visado de turista a las ciudades fronterizas, como son Cúcuta o Maicao, o a las urbes principales, Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Cali y Paso, mediante transporte terrestre o aéreo respectivamente. Una vez finalizados los tres meses que regula el visado de turismo y para no arriesgarse a ser deportados, la mayor parte de estas personas regresan a Venezuela y vuelven a cruzar la frontera con un nuevo visado.

   Hasta el momento, la actitud de las autoridades colombianas ha sido acoger, dar la bienvenida y promover el respeto a la inmigración venezolana en el país, una actitud propia de quien se ha visto, no hace tanto tiempo, en una situación de inseguridad similar a la miles de venezolanos viven día a día.