Actualizado 12/10/2018 00:21

El suicidio crece alarmantemente en Iberoamérica bajo el yugo del silencio

Suicidios en Iberoamerica
PIXABAY

   MADRID, 12 Oct. (Notimérica) -

   El suicidio es uno de los mayores problemas que Iberoamérica afronta en términos de salud pública. Actualmente, una de las situaciones más alarmantes se da en Uruguay, donde se registraron 638 casos en 2016, y en Chile que es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde más ha aumentado la tasa de suicidios en el mundo.

   Uruguay y Chile no son casos aislados. Por su parte, Bolivia es el tercer país del mundo con un mayor número fallecimientos entre menores de 5 a 14 años por esta causa. De hecho, uno de los factores que más preocupa es el aumento del suicidio infantil. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en este último país el suicidio es la segunda causa de muerte violenta entre los 15 y los 29 años.

   Los métodos más comunes que los iberoamericanos utilizan para acabar con su vida son la asfixia, las armas de fuego y la intoxicación en un 39,7 por ciento, un 33,3 por ciento y un 18,2 por ciento de los casos, respectivamente.

   Desgraciadamente, las autoridades tienden a encubrir los suicidios registrando las muertes como 'accidentes' o 'paros cardíacos', por lo que recabar datos acerca de esta materia es una ardua tarea que dificulta su prevención. Asimismo, el presupuesto que los gobiernos dedican a la prevención de esta problemática social suele ser insuficiente. Uno de los mayores ejemplos de ello es Honduras, donde ninguna institución gubernamental posee cifras oficiales sobre este problema.

   A pesar de que el suicidio es una práctica que se extiende en ambos sexos, lo cierto es que hay una diferencia notable entre los hombres y las mujeres que deciden poner fin a su vida de forma violenta.

   Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Iberoamérica 8 de cada 100.000 hombres se suicidan al año, frente a 2,1 mujeres.

   DIFERENCIAS

   Tal y como se ha mencionado previamente, Uruguay es el país iberoamericano en el que más suicidios se producen. Por ello, el ministerio de Salud Pública tiene entre sus principales objetivos de cara al año 2020 reducir las cifras alcanzadas en estos últimos años. Sin embargo, aún no ha planteado unas iniciativas claras con las que abordar la cuestión.

   En naciones como Argentina y Cuba preocupa el incremento de tendencias suicidas entre niños y adolescentes. Solo en el país austral se registraron 438 suicidios de jóvenes en 2015, según indicó la OMS. En Cuba, el suicidio es la tercera causa de muerte entre los 10 y los 19 años, de acuerdo con la OPS.

   Chile tampoco presenta unos datos muy alentadores debido a que se registra un suicidio cada cinco horas, lo que supone que al año se producen 1.835 fallecimientos por esta causa. Además, la información ofrecida por la Encuesta Nacional de Salud (ENS) asegura que "el 2,2 por ciento de los jóvenes entre los 18 y 24 años han pensado en alguna ocasión seriamente en el suicidio como una opción. En el rango de 25 a 34 años, la cifra sube al 3,6 por ciento".

   EL SUICIDIO COMO CONSECUENCIA

   Las razones por las que los iberoamericanos deciden poner fin a su vida pueden tener múltiples orígenes. Sin embargo, los conflictos armados y la presencia del narcotráfico en Iberoamérica son razones directas que llevan a muchas a personas a ver esta como su única salida.

   A modo de ejemplo, la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana asegura que en los últimos 10 años, 110 integrantes del Ejército nacional se han quitado la vida a causa del conflicto existente contra el narcotráfico.