Actualizado 19/11/2018 15:08

En Tijuana se acumula la tensión contra la caravana al grito de "No a la invasión"

Un migrante de Honduras en la frontera entre México y EEUU
REUTERS / ADREES LATIF

   MADRID, 19 Nov. (OTR/PRESS) -

   Cientos de residentes de la ciudad mexicana de Tijuana se han congregado este domingo al grito de "No a la invasión", "México para los mexicanos" o "No a las Maras" en una nueva protesta organizada contra la caravana de migrantes que pretende cruzar a Estados Unidos, pero que se encuentra retenida en esta localidad después de que el presidente norteamericano Donald Trump haya ordenado blindar la frontera.

   La tensión aumenta cada día y en esta ocasión los manifestantes ondearon banderas mexicanas mientras cantaban el himno nacional. Coreando "¡Fuera!" ¡Fuera!" frente a una estatua del gobernante azteca Cuauhtemoc, a poco más de un kilómetro de la frontera con los Estados Unidos. Han enarbolado consignas como "¡Invasores!" o "¡México, México!", al tiempo que han pedido a sus autoridades la expulsión de los inmigrantes.

   Acusan a los recién llegados de ser desordenados, ingratos y de suponer un peligro para Tijuana. También critican la manera en la que la caravana se ha abierto camino a través del país. Asimismo, se muestran preocupados ante el costo económico que puede suponer para Tijuana la atención a miles de personas, dispuestas a esperar meses y meses 'con lo puesto'.

   "No los queremos en Tijuana", gritaban los manifestantes. "Los mexicanos siempre hemos sido un pueblo solidario y hay formas en las que se puede llegar tu casa para solicitar ayuda. Ésta no es la forma correcta", ha defendido uno de los organizadores del Movimiento Ciudadano Contra el Caos de la Caravana de Migrantes que se ha creado en Tijuana para rebelarse contra la llegada de los miles de centroamericanos.

   De hecho, la Policía Municipal de Tijuana, equipada con material antidisturbios, ha tenido que intervenir para cortar el paso a un grupo de unos 200 manifestantes que se dirigía al Refugio Temporal Benito Juárez en Tijuana, donde hay cerca 2.200 inmigrantes centroamericanos hacinados.

   Otra protesta contra la inmigración hace menos de una semana se saldó con enfrentamientos con los integrantes de la caravana en las playas de Tijuana.

   "No estamos contra la migración, pero esta es una invasión y rechazamos la migración ilegal", ha apuntado uno de los participantes, según recoge el diario mexicano 'El Universal'.

   Y es que día a día van llegando más y más migrantes a la localidad, ya colapsada con más de 3.000 centroamericanos ocupando calles, plazas o playas. Pero es que el Gobierno federal estima que la cantidad podría superar los 10.000 migrantes y la ciudad no está preparada para tantas personas; no hay ni medios, ni infraestructura para atenderles.

   El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastelum, dijo que la ciudad no está preparada para manejar esta caravana que calificó de "avalancha", calculando que además esperan que puedan permanecer en sus calles hasta seis meses mientras se tramitan las solicitudes de asilo. Gastelum apeló al Ejecutivo para obtener más asistencia y medios que les ayude a hacer frente a la situación.

   Por su parte, el presidente de los EEUU, Donald Trump, que trató de convertir a la caravana en un tema de campaña durante las elecciones de mitad de período, ha expresado su apoyo al alcalde de Tijuana y ha tratado de nuevo de desalentar a los migrantes que buscan acceder a suelo estadounidense.

   Trump escribió que en la red social Twitter que al igual que Tijuana, "EEUU está mal preparado para esta invasión y no lo aceptará. Están causando crimen y grandes problemas en México. ¡Vete a casa!".

   Desde el Ministerio del Interior de México dijeron el sábado que el gobierno federal estaba enviando comida y mantas para los migrantes pero la cuestión es hasta cuándo podrán sostener esta enorme afluencia.

   Pese a los insultos de algunos lugareños, también ha habido otras concentraciones solidarias con los migrantes y la dramática situación a la que se enfrentan. Muchos de los defensores de esta caravana alegan que huyen de sus países acuciados por la violencia y el hambre. Con pancartas en las que rezaban lemas como "La infancia no tiene fronteras", la contramanifestación ha discurrido también por las calles de Tijuana para apoyar a los solicitantes de asilo.

   Pero lo cierto es que las tensiones se van acumulando y aumentando entre los locales y los recién llegados a medida que más y más migrantes de la caravana van arribando a las localidades fronterizas tras un mes en la carretera, y con muchos más meses por delante mientras buscan asilo y Estados Unidos tramita sus solicitudes, algo para lo que Washington no se dará ninguna prisa.

   Los inspectores de la frontera estadounidense procesan solo unas 100 solicitudes de asilo por día en el cruce principal de Tijuana a San Diego. Los solicitantes de asilo van registrando sus nombres en un cuaderno andrajoso gestionado por los propios migrantes que ya tenía más de 3.000 solicitudes, antes incluso de que llegara la caravana.