BOGOTÁ, 2 Jun. (Notimérica) -
El pueblo colombiano ha enviado mensajes de bienvenida a más de 6.900 guerrilleros desmovilizados de las FARC dando una lección de tolerancia y demostrando el ansia de paz en el país.
"Te doy un abrazo de bienvenida, me da gusto que en nuestra sociedad podamos contar de nuevo contigo" o "estamos muy felices de tenerte de vuelta. Esperamos que a partir de ahora, cambie tu vida" son algunos de los mensajes que jóvenes colombianos han destinado a los integrantes desarmados de las FARC que actualmente se encuentran en las 26 zonas veredales cedidas por el Gobierno colombiano.
La Fundación juvenil BogoArt ha recopilado todos estos mensajes en su página web. "En las calles hemos visto que algunas personas se indisponen cuando se menciona el tema de los desmovilizados, pero solo es una minoría. La gente, por lo general, quiere participar. Para algunos ha sido una especie de liberación espiritual. De cierta forma, se han podido perdonar y reconciliar consigo mismos", ha explicado a 'El País' el director de la fundación Leonardo Párraga.
El objetivo final es que las cartas se lleven hasta las zonas veredales y que sean los propios excombatientes quienes las lean en voz alta.
Esta actitud supone un conflicto interno para muchas personas que ahora perdonan a guerrilleros que en su momento asesinaron a sus familias, amigos y atemorizaron al país entero. La reintegración es un gran reto para Colombia que debe afrontar en esta nueva etapa de postconflicto.
El Gobierno colombiano ya tomó medidas para este reto en 2016 desde la Agencia Colombiana para la Reintegración (ARC) quien promueve el perdón a través de la campaña "#Reconciliémonos".
Por el momento, el 82% de la población colombiana se muestra favorable a perdonar a los exguerrilleros según el primer sondeo sobre 'Reconciliación y paz'.
Esta iniciativa de BogoArt, 'Cartas para la reconciliación', intenta hacer más cercano el proceso de paz. Sin embargo, según Amnistía Internacional durante 2016, 80 activistas en defensa de los Derechos Humanos y la paz fueron asesinados en Colombia.