CIUDAD DE MÉXICO, 12 Feb. (Notimérica) -
Un total de 233 presos que se encontraban cumpliendo sentencia en el penal de Topo Chico (en Monterrey, en el noreste de México) han sido trasladados a otros penales, después de que un motín, registrado durante la madrugada del jueves, dejara al menos 49 muertos.
Los internos han sido enviados a otros centros de Nuevo León y a otros estados, como Durango, con el objetivo de desahogar la sobrepoblación de Topo Chico, donde conviven cerca de 3.800 presos.
Los familiares han intentado evitar los traslados, no obstante, han sido ignorados por las autoridades, que no han admitido los recursos de amparo, según ha destacado el diario local 'El Universal'.
Para realizar esta operación el Gobierno mexicano se ha apoyado en la Policía, el Ejército y la Marina, con el objetivo de salvaguardar la seguridad del resto de los internos.
Después del incidente en el penal, en el que se registraron detonaciones e incendios, la Policía Federal ha tomado control del interior, mientras que el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Fuerza Civil y la Policía ministerial resguardan el exterior de la cárcel.
El motín comenzó cerca de las 23:30 (hora local) del miércoles con un enfrentamiento entre dos presos, que pertenecerían al Cártel del Golfo y a los Zetas y estaban intentando disputarse el control de la prisión.