MONTEVIDEO, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente uruguayo, José Mujica, ha ordenado el despliegue de militares en todas las cárceles del país para reforzar la seguridad y evitar que se produzcan motines como los ocurridos esta semana en los que resultaron heridos varios policías.
La medida llega año y medio después de que el propio Mujica aprobara la Ley 18.717, que autoriza al Ejército a controlar los accesos a los recintos judiciales, en el marco de una "emergencia carcelaria" que el Gobierno esperaba superar en un plazo de dos años.
El artículo segundo de ese decreto faculta a los militares a ejercer "el control de acceso y egreso (entrada), revisión e inspección de personal, vehículos y objetos que ingresen" a las cárceles, y aclara que "el personal policial no quedará exento del control".
Hasta la fecha, funcionarios del Ministerio del Interior y agentes de la Policía estaban a cargo de custodiar los accesos a las cárceles. Sin embargo, el Gobierno ha tenido que reconocer existe cierta complicidad entre reclusos y oficiales de seguridad que ha permitido el ingreso de armas y drogas a los penales.
Hace una semana, un reo del Penal de Libertad disparó contra dos guardias, lo que provocó días más tarde un motín entre unos mil internos. "Esa pistola, seguramente, como otras armas que han aparecido, entra por la puerta porque, en definitiva, sólo claudicaciones, fallas humanas en un colectivo explican estas cuestiones", ha asegurado Mujica.
"Si entra droga y entran armas, sencillamente, eso pasa por la puerta, y si pasa por la puerta tenemos que tener la máxima seguridad", ha insistido el mandatario de izquierda en su programa de radio semanal.