CARACAS, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Venezuela cerrará el año 2011 como "el más violento de la historia nacional" con 19.336 homicidios, lo que supone una media de 53 asesinatos por día, según los datos que se desprenden del informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
En noviembre la cifra de homicidios alcanzó los 15.360, "superando ampliamente" los 13.080 casos que oficialmente se registraron durante todo el año 2010, precisa el estudio de la OVV elaborado con el apoyo de seis universidades venezolanas.
Al añadir a esta cifra una "estimación conservadora" de los asesinatos cometidos en el mes de diciembre, "proyectamos que en los archivos oficiales se contabilizarán 17.336 casos de homicidios". Sin embargo, estos datos no incluyen los más de cuatro mil casos de "averiguaciones de muertes", que corresponden a personas fallecidas en condiciones violentas y que no han sido clasificados por las autoridades judiciales como asesinatos, suicidios o accidentes.
La OVV estima que la mitad de esos cuatro mil muertos fueron víctimas de asesinatos, por tanto, el saldo total de homicidios correspondiente al año que está por terminar sería de 19.336.
En Venezuela se registran una media de 53 asesinatos al día y 1.611 todos los meses, de acuerdo a los cálculos del estudio. La tasa de homicidios sería entonces de 67 por cada cien mil habitantes en esa nación sudamericana donde, según el último censo, viven más de 28,5 millones de personas.
En este contexto, la organización ha destacado el importante repunte de los asesinatos en Venezuela desde el año 2001 cuando se registraron 7.960 homicidios. "Estas cifras muestran que entre el año 2001 y 2011 hemos tenido un incremento sostenido de mil homicidios más cada año", señala el informe.
Asimismo, la OVV calcula, "de manera conservadora, que entre los años 2001 y 2011 ocurrieron en el país 141.487 asesinatos", y que la mayoría de los casos habrían quedado impunes, mientras muchos criminales continúan delinquiendo.
"En Venezuela, estos efectos se han dado sin haber tenido una guerra, por el continuo elogio de la violencia y de los violentos, por la impunidad creciente en el país", denuncia el informe. "La vida social regida por normas ha sido substituida por el uso de la fuerza", advierte.